La estimulación magnética transcraneal se posiciona como un tratamiento "altamente efectivo" para la depresión.

La estimulación magnética transcraneal se posiciona como un tratamiento «altamente efectivo» para la depresión.

MADRID 7 Jul. –

La estimulación magnética transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés) ha demostrado ser «muy eficaz» en el tratamiento de la depresión, incluso en los casos resistentes a los fármacos, según la profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y coinvestigadora principal del grupo Cognitive Neuroscience and Applied Data Science Lab, Elena Muñoz.

Este tratamiento consiste en una técnica de neuromodulación emergente, respaldada por una amplia evidencia científica que respalda su potencial. Según un estudio de 2024, el 80% de los pacientes tratados con TMS experimentan una reducción de sus síntomas depresivos de al menos un 50%, y en el 60% de los casos hay una remisión completa. Además, esta técnica «tiene la ventaja añadida de ser no invasiva, reducir o eliminar el uso de fármacos y casi no causar efectos secundarios», agrega Muñoz.

En este sentido, la estimulación magnética transcraneal permite modular la actividad cerebral mediante la generación de un campo magnético con una intensidad similar a la de un escáner de resonancia magnética. Este campo penetra fácilmente a través del cráneo e induce una corriente eléctrica de baja intensidad que modifica la actividad neuronal en un área específica del cerebro.

Los diversos protocolos de estimulación con TMS permiten aumentar o disminuir la actividad en un área cerebral específica según el objetivo terapéutico, potenciando así la neuroplasticidad y mejorando la sintomatología clínica en patologías donde la actividad cerebral es inadecuada.

PRINCIPALES BENEFICIARIOS

La experta destaca los beneficios de la TMS para madres recientes con depresión posparto y también para adolescentes, ya que son dos periodos «críticos» en la vida en los cuales los tratamientos farmacológicos «no son la mejor opción», dados los problemas de compatibilidad con la lactancia y los efectos secundarios que pueden interferir en la vida cotidiana de un joven.

Además, la administración de TMS es compatible con las nuevas dinámicas y obligaciones que surgen de la maternidad reciente, ya que no requiere preparación previa, el tratamiento es intensivo -con una duración de entre una y seis semanas-, y las sesiones son breves, no superando los treinta minutos. Esto permite continuar con las actividades diarias tras cada sesión. Asimismo, su aplicación puede combinarse con psicoterapia para maximizar los resultados.

Igualmente, la TMS es efectiva para tratar diversos problemas de salud mental como la fibromialgia, el dolor crónico, las adicciones, la recuperación motora y cognitiva tras un ictus, y el deterioro cognitivo asociado a las demencias.

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