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MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) –
Un nuevo estudio revela que el **exceso de grasa abdominal** está vinculado con el dolor crónico generalizado, especialmente en mujeres. Este hallazgo proviene del primer estudio de su tipo, publicado en la revista ‘Regional Anesthesia & Pain Medicine’ por Feng Pan del Instituto Menzies de Investigación Médica de la Universidad de Tasmania, Australia.
Los investigadores sugieren que **reducir el exceso de grasa en el abdomen** puede ser efectivo para disminución del dolor musculoesquelético crónico, particularmente cuando el dolor se presenta en múltiples áreas del cuerpo. Estudios previos ya han establecido una relación entre **la obesidad** y el dolor musculoesquelético, pero no se había investigado si un mayor **tejido graso abdominal** está directamente asociado con el dolor crónico en diversas localizaciones, apuntan los investigadores.
Para determinarlo, este nuevo estudio se sustentó en los datos de 32.409 participantes del UK Biobank, quienes completaron cuestionarios y fueron evaluados en términos de salud. Aproximadamente la mitad (51%) de los participantes eran mujeres, con una edad promedio de 55 años. Todos se sometieron a exploraciones de resonancia magnética para medir el **tejido adiposo visceral** (VAT) y el **tejido adiposo subcutáneo** (SAT). Durante la exploración, los participantes respondieron si habían experimentado dolor en áreas como el cuello, hombros, espalda, caderas, rodillas o “en todo el cuerpo” durante más de 3 meses. Estas pruebas se repitieron cerca de 2 años después para 638 de los participantes.
Los resultados indicaron una clara asociación dosis-respuesta entre el número de sitios de dolor crónico y el VAT, el SAT, la relación entre ambos y el IMC. Esta asociación fue notablemente más fuerte en mujeres, donde las probabilidades de tener múltiples sitios de dolor crónico aumentaron el doble para el VAT y un 60% más para el SAT y la relación VAT:SAT. En hombres, las probabilidades fueron un 34%, 39% y 13% más altas respectivamente.
Además, los niveles elevados de **tejido graso** se relacionaron con una mayor posibilidad de informar dolor crónico, siendo esta relación más evidente en mujeres. Estas asociaciones se mantuvieron incluso tras ajustar por factores como edad, altura, raza, ingresos familiares, educación, consumo de alcohol, tabaquismo, actividad física, condiciones coexistentes, duración del sueño, problemas psicológicos y tiempo de seguimiento. Hay que señalar que este es un estudio observacional, lo que limita establecer causa y efecto; los autores también reconocen varias limitaciones.
Las limitaciones incluyen el tamaño relativamente pequeño de la muestra de imágenes repetidas y la falta de evaluación de la severidad en los cuestionarios de dolor. Más visitas de seguimiento habrían proporcionado información adicional sobre los patrones y fluctuaciones en el **dolor crónico** en múltiples sitios, añaden los investigadores.
En conclusión, el estudio afirma: «El **tejido adiposo abdominal** está asociado con el **dolor musculoesquelético crónico**, sugiriendo que los depósitos de grasa excesiva y ectópica podrían jugar un papel en la patogénesis del dolor musculoesquelético crónico generalizado y multisitio». Por ende, la reducción de la adiposidad abdominal puede considerarse un objetivo de tratamiento para el dolor crónico, sobre todo en aquellos que sufren de dolor en múltiples partes del cuerpo. Los autores sugieren que las asociaciones más marcadas en mujeres podrían ser el resultado de diferencias sexuales en la distribución de grasa y hormonales.



