Los niños, muchos menores de cinco años, llegan a un país que no conocen y en peligro de separación familiar y enfermedades.
MADRID, 18 Abr. –
Más de 50.000 niños afganos o de ascendencia afgana han sido obligados a regresar a su país desde Pakistán durante las últimas dos semanas, denuncia la ONG humanitaria Save the Children, a raíz de la orden de deportación forzada dictada por el Gobierno paquistaní contra los migrantes sin documentación.
Save the Children estima que 84.000 personas han regresado a Afganistán durante las últimas semanas, sumando un total de 940.000 desde el inicio de la operación en septiembre de 2023. De este grupo, un 58 por ciento son niños y uno de cada cinco son menores de cinco años.
La ONG da la voz de alarma ante la crítica situación a la que se enfrentan los retornados a Afganistán, un país con una economía aún devastada y en medio de estrictas imposiciones y posibles represalias del régimen talibán que lo domina.
Save the Children advierte que los niños corren riesgo de acabar separados de sus familias y son especialmente vulnerables a enfermedades contagiosas.
El director para Pakistán de Save the Children, Arshad Malik, recuerda que «muchos de estos niños han nacido en Pakistán» y que «Afganistán no es el sitio al que llaman hogar».
Además, «el retorno de tantas personas está generando una presión adicional sobre recursos limitados, y esta nueva ola de refugiados llega en un momento en que Afganistán comienza a sentir el brutal impacto de los recortes de ayuda», añade.
«Pakistán ha acogido generosamente a un gran número de refugiados afganos durante muchas décadas. Esperamos que esta muestra de compasión y solidaridad continúe, que Pakistán cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional, respete el principio de no devolución y siga brindando refugio a los niños vulnerables y a sus familias que aún necesitan protección internacional», concluye el director local de Save the Children.