Más del 60% de los españoles considera la salud mental como el principal problema de salud en el país.

Más del 60% de los españoles considera la salud mental como el principal problema de salud en el país.

MADRID 9 Oct. –

Un 62 por ciento de españoles sitúa a la salud mental como el principal problema de salud que afronta el país, 17 puntos por encima de la media mundial (45%), según se desprende del estudio ‘Mental Health Day’ publicado por Ipsos en el marco del Día Mundial de la Salud Mental.

Este informe se basa en entrevistas a un total de 23.172 adultos de una treintena de países, con aproximadamente 1.000 encuestados en España, con el objetivo de analizar la evolución de la percepción y actitudes de la población hacia los principales problemas de salud mental y cómo el sistema sanitario responde ante ellos.

Entre sus resultados destaca que por cuarto año consecutivo la salud mental es el problema que más preocupa a la población española, incluso por encima del cáncer, que se sitúa en un 51 por ciento. A estas, se suman el estrés (36%), la obesidad (29%) y el tabaquismo (19%).

Además, se observan diferencias por género y por edad. Las mujeres muestran una preocupación más alta por la salud mental (67%), el cáncer (56%) y el estrés (43%) en comparación con los hombres; mientras que a estos les preocupa más la obesidad (33%) y el tabaquismo (23%).

Por generaciones, destaca que los más jóvenes, la Generación Z, son los que más se preocupan por la salud mental (63%), seguida del estrés (35%) y, en tercer lugar, el tabaquismo (32%). En cambio, los más mayores tienen una mayor sensibilidad por el cáncer (63%), seguido de la salud mental (57%) y la obesidad (34%).

Entrando en detalle en la preocupación por el bienestar, el estudio muestra que el 63 por ciento de españoles afirma pensar a menudo en su salud mental, seis puntos más que en 2024. Aquí vuelven a sobresalir las mujeres (70%), los ‘millenials’ (72%) y la Generación Z (67%). En contraposición, los hombres (56%) y los más mayores (53%) son los que menos piensan en ello.

Con todo, son mayoría las personas que piensan en mayor medida en su salud física (77%), siendo también las mujeres (81%) y ‘millenials’ (79%) quienes declaran hacerlo más a menudo, lo que evidencia que estos colectivos tienen una sensibilidad más alta y holística de su salud y bienestar.

A lo largo de los últimos años también se percibe una evolución a favor de la salud mental, con la pandemia como acelerador. Así, el bienestar mental ha pasado de ser un problema de salud que preocupaba al 23 por ciento en 2018 al actual 62 por ciento, es decir, un 39 puntos de incremento en siete años.

MUJERES Y JÓVENES, LOS QUE MÁS BUSCAN AYUDA

En este contexto, un 43 por ciento de la ciudadanía admite no haber hecho nada para abordar su malestar, un dato mucho más elevado en los hombres (47%) y en la generación ‘Baby Boomer’ (70%), frente a un 27 por ciento de la Generación Z, que muestran mayor predisposición a pedir ayuda y a hablar abiertamente de su bienestar emocional.

Dentro de los que sí apuestan por buscar ayuda y apoyo, se observa que acudir a un profesional no siempre es la primera elección para muchas personas. En su lugar, la gente tiende a confiar en sus círculos más cercanos de confianza, como la familia y los amigos, para compartir estas preocupaciones.

El 33 por ciento de la población española afirma haber hablado con familiares o amigos sobre estas afecciones frente a un 17 por ciento que afirma que recurrió a la ayuda de un psicólogo o psiquiatra. De hecho, son más los que optan por el uso de medicamentos (18%) para tratar estas situaciones.

Las mujeres y los jóvenes son quienes más buscan apoyo en los especialistas, así como también quienes más declaran haber recurrido al uso de medicamentos.

Pese a la importancia que la población española brinda al bienestar mental, esto no se ve reflejado en el sistema sanitario, según los ciudadanos. De hecho, casi la mitad (48%) piensa que el sistema sanitario sigue priorizando la salud física sobre la mental.

Como sucede con las otras variables del informe, esta percepción es especialmente más acusada entre las mujeres (53%) que entre los hombres (43%); y por generaciones, los ‘Baby Boomers’ son los más proclives a considerar que ambas dimensiones reciben un trato equilibrado (44%), mientras que la Generación Z muestra un mayor optimismo al declarar que la atención a la salud mental tiene más espacio en la agenda sanitaria (14%).

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