Ni pueblo ni ciudad: el lugar ideal al que deberías mudarte para vivir más plenamente

Ni pueblo ni ciudad: el lugar ideal al que deberías mudarte para vivir más plenamente

   MADRID, 10 Ago. –

Envejecer es inevitable, pero cómo lo hacemos depende en gran medida de nuestras decisiones diarias. Factores como la alimentación, el ejercicio regular, la calidad del sueño, el entorno en el que vivimos e incluso nuestras relaciones sociales influyen directamente en nuestro proceso de envejecimiento.

Mantenerse activo física y mentalmente, vivir en entornos saludables y priorizar el bienestar emocional no solo mejora la calidad de vida, sino que **puede retrasar o prevenir muchas de las** condiciones asociadas al envejecimiento. Porque **más importante que vivir muchos años es vivirlos bien**.

Pero ¿qué ocurriría si el lugar donde vives pudiera ayudarte a vivir más y mejor? Nuevas investigaciones sugieren que un entorno específico podría hacer la diferencia —y no es necesariamente donde muchos pensarían.

EL MAR APORTA BENEFICIOS QUE ALARGAN LA ESPERANZA DE VIDA

   Un estudio de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) ha revelado que vivir cerca del mar ofrece beneficios que aumentan la esperanza de vida, como resultado de unas condiciones ambientales, sociales y económicas favorables presentes en las zonas costeras.

   Los hallazgos del estudio, publicado en ‘Environmental Research’, subrayan la diferencia entre los habitantes de la costa y aquellos que residen en zonas interiores, próximas a ríos, lagos u otros cuerpos de agua dulce, donde se observa una asociación negativa con la esperanza de vida.

   «Pensamos que era posible que cualquier tipo de ‘espacio azul’ ofreciera algunos efectos beneficiosos, y **nos sorprendió encontrar una diferencia tan significativa y clara** entre quienes viven cerca de las aguas costeras y quienes están cerca de aguas interiores», ha afirmado el investigador principal, Jianyong Wu, profesor asistente de Ciencias de la Salud Ambiental en la Facultad de Salud Pública de la Universidad Estatal de Ohio.

   Para realizar esta investigación, los expertos recopilaron datos sobre la esperanza de vida al nacer estimada en más de 66.000 distritos censales de Estados Unidos y cruzaron esta información con datos ambientales y geográficos, así como datos sociodemográficos.

   Respecto a los factores que contribuyen a que quienes residen cerca del mar vivan más tiempo, el estudio destaca las temperaturas más suaves, mejor calidad del aire y menor susceptibilidad a la sequía en estos ambientes, además de mayores oportunidades de ocio, mejor transporte y la percepción de ingresos más altos.

   El notable contraste en la asociación entre esperanza de vida, la costa y el interior probablemente se deba a las diferencias en la calidad ambiental, la exposición a la contaminación, las condiciones socioeconómicas, los hábitos de salud y la vulnerabilidad a peligros hidrológicos, como las inundaciones.

TEMPERATURAS: FACTOR CRÍTICO

   Para los investigadores, la diferencia más crítica se encuentra en las temperaturas, ya que las zonas costeras experimentan menos días calurosos y temperaturas máximas más bajas en comparación con las áreas con aguas interiores. Otros factores relacionados con la temperatura, como las temperaturas medias más bajas y la reducción de los días fríos, también contribuyen a la mayor esperanza de vida observada entre las personas que habitan cerca de las aguas costeras.

   El estudio menciona que la evidencia científica previa muestra que tanto las temperaturas altas como las bajas se asocian a un incremento de la mortalidad y una menor esperanza de vida, dado que el calor se vincula con la mortalidad cardiovascular, la mortalidad asociada a la hipertensión, la mortalidad en ancianos y el aumento de las tasas de suicidio, mientras que el frío se relaciona con una alta mortalidad cardiovascular y mortalidad vinculada a enfermedades respiratorias.

   Aunque el estudio encontró una relación negativa entre las áreas urbanas cercanas a grandes cuerpos de agua continentales y la esperanza de vida, aclara que las zonas rurales con grandes masas de agua continentales muestran una asociación positiva significativa con la cantidad media de años de vida de la población.

   Con estos resultados, los investigadores esperan proporcionar una valiosa guía para la planificación urbana, el desarrollo residencial y el diseño de entornos que favorezcan vidas más largas y saludables. Además, subrayan la importancia de promover el acceso equitativo a los beneficios ambientales.

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