Señala en un encuentro en la UIMP que los jóvenes «saben menos de hablar con el paciente y el motivo son las computadoras»
SANTANDER, 10 Jul. –
El cardiólogo Valentín Fuster ha participado este jueves en un encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, donde ha abordado aspectos clave para una buena salud, como la alimentación y el descanso, subrayando que «conocemos menos la salud de los humanos que la enfermedad».
«Soy cardiólogo, pero no entiendo el corazón. No hay respuesta al cómo puede funcionar así, porque ¿cómo se puede entender un órgano que se mueve cada segundo y no se destruye?», ha reflexionado en una conversación con la periodista científica Cristina Sáez. Este encuentro forma parte de ‘La aventura de divulgar ciencia en español con éxito: claves y herramientas’, que se celebra esta semana en la UIMP, organizado junto a The Conversation con la colaboración de la Fundación Ramón Areces y la Fundación Lilly.
Director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) de Madrid y el Physician-in-Chief del Mount Sinai Medical Center de Nueva York, Fuster ha enfatizado que para dedicarse a la investigación es crucial «ser curioso», confiriendo que él nació «con mucha curiosidad».
Asimismo, ha subrayado el rol de los mentores para abrir oportunidades a las nuevas generaciones, afirmando que «cuando hay gente en la que tienes confianza, te lanzas al océano». Ha dedicado un esfuerzo significativo a los jóvenes «para descubrir y motivar a la persona». «En la vida no hay nada fácil; es importante saber reaccionar y apoyarte en la gente que quiere ayudarte», ha añadido.
Sin embargo, también ha resaltado la parte humana de la medicina y la empatía, afirmando que «la gente joven sabe menos de hablar con el paciente y el motivo son las computadoras». «Yo soy tecnológico, pero creo que el paciente es mucho más que una tecnología», ha concluido.
Por otro lado, el cardiólogo ha indicado la necesidad de «dar importancia a cómo prevenir la enfermedad», aumentando por factores como la obesidad, diabetes o hipertensión. Ha abogado por educar en salud desde edades tempranas. «Lo que aprende un niño lo sabe cuando es adulto, y cambiar la conducta de un adulto en una sociedad de consumo en la que no hay tiempo es complicado», ha explicado.
