MADRID, 1 Mar. –
Hay individuos que cada día cargan una ‘mochila’ que contiene más contratiempos de lo deseado, lo que les impide avanzar, o al menos dificulta que lo hagan como realmente desean. En estos casos, experimentan un malestar emocional interno que les limita en su desarrollo personal y en la posibilidad de establecer nuevas relaciones.
«Lo que afecta a cada persona varía considerablemente. En tales situaciones, lo crucial es prestar atención no solo a las heridas evidentes, sino también a lo que ocurre a su alrededor. Igualmente, debemos considerar esa ‘desnutrición relacional’ relacionada con aspectos que fueron significativos en nuestras relaciones importantes de la vida, y que generan efectos menos visibles», enfatiza en una entrevista la psiquiatra y psicoterapeuta Anabel González.
González ha publicado recientemente ‘Lo que nos pasó’, un manual destinado a «curar las heridas dejadas por el abandono, la ausencia y las pérdidas», lo que ella denomina ‘desnutrición relacional’, esencial para nuestro bienestar en relaciones que fueron relevantes pero que no prosperaron, dejando un vacío.
MIRAR AL PASADO PARA ENTENDER EL PRESENTE
La directora del Instituto Médico Imaya y presidenta de la Asociación EMDR España advierte que muchas situaciones actuales tienen raíces en experiencias pasadas, y si exploramos estas conexiones, encontraremos patrones de ‘desnutrición relacional’.
«Algunas personas manejan bien la soledad, mientras que otros la evitan. Para llenar esos momentos, es saludable estar en compañía, pero también hay valor en disfrutar de momentos de quietud. Si reflexionamos sobre nuestra infancia, recordamos que las primeras experiencias de soledad suelen ser difíciles; o en relaciones significativas donde hemos experimentado soledad en tiempos complicados. Esto puede intensificar nuestro sentimiento de soledad actual», aclara.
González subraya que «cada camino es único» y que algunas personas pueden verse más afectadas que otras, aunque todos podemos experimentar una sensación de vacío interno que resulta ser bastante desagradable, «como un agujero negro del que quisiéramos mantener distancia», insiste. Esto a menudo nos lleva a ocuparnos constantemente, «lo que no es una forma tranquila, profunda y serena de estar en el mundo.»
Ella señala que, si contamos con sensaciones de abandono debido a relaciones pasadas, podemos acabar soportando situaciones que no son saludables, ya que se convertirían en menos dolorosas que el temor a ser rechazados nuevamente: «A veces, un individuo puede llegar a soportar situaciones de maltrato con tal de no ser dejado», añade.
La psiquiatra enfatiza que «el cerebro aprende de lo que vive». Al experimentar nuevas situaciones de abandono, «el cerebro reacciona según lo que ha vivido antes», y hay quienes recurren a sustancias como el alcohol como una forma de mitigar ese dolor, lo que demuestra la falta de «experiencias positivas nutritivas» en ciertos momentos de la vida.
QUÉ HACER CUANDO ENFRENTAMOS SITUACIONES DIFÍCILES
Por lo tanto, cuando enfrentamos situaciones adversas, Anabel González argumenta que, aunque a veces se puede extraer algo positivo, lo fundamental es «no ignorar lo negativo que nos ha ocurrido y aceptarlo».
Esto implica entender, procesar e integrar lo ocurrido: «Es beneficioso compartir y analizar la situación desde diversas perspectivas; cuando me duele, debo abrazar el dolor para poder superarlo. Saltar directamente a ‘quiero encontrar algo positivo’ puede no funcionar. A veces hay experiencias tan complejas que encontrar un lado positivo es muy difícil; pero lo que realmente importa es evitar que se repitan esas situaciones. A veces simplemente sobrevivir a experiencias negativas y evitar dejar heridas abiertas no está mal», afirma González.
POR QUÉ AL MENOS ALGUNAS PERSONAS SOPORTAN MEJOR LOS CONTRATIEMPOS
En este contexto, se pregunta a la doctora González por qué algunas personas manejan mejor los contratiempos que otras. Ella responde que a lo largo de la vida, todos desarrollamos un entrenamiento emocional que nos ayuda a gestionar nuestro sufrimiento, comenzando desde la infancia.
«Si mis padres son capaces de validar el dolor, yo aprenderé a hacer lo mismo, en lugar de negarlo. Comentarios aparentemente insignificantes, como ‘no llores, no pasa nada’, pueden enseñar a los niños a evitar lidiar con su dolor», subraya.
En situaciones complejas, como la pérdida de un ser querido, lo que a menudo preocupa es observar a la persona afectada continuar su vida como si nada hubiera sucedido. «Las emociones negativas necesitan tiempo para procesarse», advierte esta psiquiatra.
Además, señala que existen individuos que, además de haberse formado en la regulación emocional, han enfrentado experiencias tan duras que les permiten afrontar mejor otros desafíos. [Enlace sobre entrenamiento emocional]
CÓMO FORTALECER NUESTRAS HABILIDADES EMOCIONALES
Finalmente, solicitamos a Anabel González consejos sobre cómo reforzar nuestras habilidades emocionales, y ella sostiene que «hay múltiples formas» de hacerlo, siendo fundamental el autoconocimiento.
«No se trata solo de reflexionar sobre lo vivido, sino de entender cómo funciona nuestra mente y nuestro comportamiento en las relaciones. Cuanto mejor nos comprendemos, más oportunidades encontramos en nuestro camino, y es esencial estar de nuestro lado, ya que a menudo nos ignoramos o nos convertimos en nuestro peor enemigo», concluye.