Por qué buscar la felicidad puede llevarte a la infelicidad (y cómo solucionarlo)

Por qué buscar la felicidad puede llevarte a la infelicidad (y cómo solucionarlo)

   MADRID, 2 Mar. –

   Los investigadores han encontrado una nueva explicación sobre la conocida ‘paradoja de la felicidad’, que indica que intentar ser más felices puede, de hecho, llevar a una menor felicidad.

   Aunque se ha documentado esta paradoja durante más de una década, pocas han sido las investigaciones sobre sus causas. Una investigación reciente de la Universidad de Toronto Scarborough (Canadá), publicada en la revista ‘Applied Psychology: Health and Well-Being’, sugiere que intentar ser más felices resulta mentalmente agotador, lo que disminuye nuestra autocontrol y fuerza de voluntad. Esto nos hace más vulnerables a la tentación y a tomar decisiones autodestructivas que merman nuestra felicidad.

   «La búsqueda de la felicidad es un poco como el efecto bola de nieve. Empiezas a esforzarte por sentirte más feliz, pero ese esfuerzo reduce tu capacidad para hacer lo que realmente te hace feliz», comenta Sam Maglio, coautor del estudio y profesor de marketing en el Departamento de Gestión de la Universidad de Toronto Scarborough y la Rotman School of Management.

   Compara los resultados de intentar ser constantemente más feliz con llegar a casa después de un día agotador: cuanto más fatigados estemos mentalmente, más propensos seremos a omitir tareas como la limpieza y optar por actividades pasivas como navegar en redes sociales. Maglio y el coautor Aekyoung Kim, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Sídney (Australia), ya exploraron anteriormente esta paradoja en un estudio de 2018, donde hallaron que las personas que buscan activamente la felicidad suelen sentirse con poco tiempo, lo que les genera estrés y les hace menos felices.

   «La trama aquí es que la búsqueda de la felicidad consume recursos mentales. En lugar de dejarte llevar por el momento, luchas por sentirte diferente», asegura Maglio.

   Controlar manualmente nuestros pensamientos, emociones y comportamientos es especialmente agotador, destacan los investigadores, y en la próspera industria de la autoayuda existe una gran presión sobre uno mismo. Considerar la felicidad como algo acumulable, similar al dinero, la convierte en un objetivo especialmente desgastante.

   Los investigadores realizaron encuestas a cientos de personas y encontraron que a medida que las personas se esforzaban por ser más felices, su uso del autocontrol en la vida diaria disminuía.

   Maglio y Kim establecieron que la búsqueda de la felicidad y el autocontrol compiten por la misma fuente finita de recursos mentales. Para concluir su serie de encuestas, pidieron a los participantes que clasificaran listas de objetos, ya que elegir y completar cualquier tarea requiere recursos mentales y autorregulación. Como se sospechaba, aquellos que buscaban la felicidad dedicaron menos tiempo a la tarea.

   En un experimento, se mostraron anuncios con la palabra ‘felicidad‘ para inducir un efecto donde las personas intentan ser más felices al solo ver la palabra. Luego, se ofreció a los participantes un gran bol de bombones, permitiéndoles comer tanto como desearan mientras evaluaban los sabores. Se propuso que los participantes con mayor autocontrol consumirían menos chocolatinas; sin embargo, aquellos que vieron el anuncio de ‘felicidad’ comieron más.

   Para el estudio final, se presentaron a los participantes pares de artículos cotidianos; a uno de los grupos se les pidió elegir la opción que mejorara su felicidad, mientras que el otro grupo eligió según sus preferencias personales. Ambos grupos realizaron una tarea mental que medía su autocontrol. El grupo que buscaba la felicidad abandonó antes, lo que sugiere que tenía menos recursos mentales tras su búsqueda.

   «La búsqueda de la felicidad no es intrínsecamente inútil», aclara Maglio, quien recomienda pensar en la felicidad como en la arena de la playa. «Puedes intentar retener un puñado de arena, pero cuanto más lo aprietes, más se te escapará. Al final, es mejor soltarla».

   «Relájate. No intentes ser superfeliz todo el tiempo –recomienda–. En lugar de tratar de adquirir más cosas que deseas, observa lo que ya tienes y acéptalo como fuente de felicidad

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