Portugal enfrenta nuevas elecciones tras la crisis de confianza del primer ministro Luís Montenegro

Portugal enfrenta nuevas elecciones tras la crisis de confianza del primer ministro Luís Montenegro


El Gobierno ha propuesto una comisión de investigación de quince días, pero esta ha sido rechazada por los socialistas debido a que no se ajusta a los plazos necesarios para un «escrutinio serio».

MADRID, 11 Mar. –

El primer ministro portugués, Luís Montenegro, no ha logrado superar este martes la cuestión de confianza que presentó ante el Parlamento, a raíz de las sospechas de un conflicto de intereses vinculado a unos negocios familiares, lo que llevará al país a sus cuartas elecciones en cinco años y medio.

Así, el Partido Socialista (PS), el ultraderechista Chega, el Bloco de Esquerda, el Partido Comunista (PCP), Livre y los animalistas del PAN han votado en su contra; mientras que únicamente los diputados de su propio partido, el Partido Social Demócrata (PSD), junto al CSD y los liberales, han respaldado su gobierno.

A pesar de que, la víspera, la oposición, especialmente el PS, había dejado claro que no apoyaría la cuestión de confianza, Montenegro instó al Parlamento a optar por la «estabilidad» y propuso en varias ocasiones suspender la sesión, aunque no la cuestión de confianza, para ofrecer más aclaraciones.

Montenegro afirmó: «Estoy disponible para profundizar más en mis respuestas. Por eso he lanzado el desafío de suspender este debate». En las últimas semanas había superado sin mucho esfuerzo dos mociones de censura presentadas por la ultraderecha de Chega y el PCP.

Reiteró que «no cometió ningún crimen» y se mostró dispuesto a colaborar con el Parlamento para brindar «explicaciones adicionales», también en la comisión de investigación que el Parlamento podría decidir establecer. «Quien no debe nada, no teme nada y yo tengo mi conciencia tranquila», agregó.

Durante la apertura del debate, Montenegro defendió su decisión de someterse a una cuestión de confianza, señalando que solo así Portugal puede eludir una degradación política e institucional que alcance niveles «indignos».

La cuestión de confianza surgió por la necesidad de «verdad, transparencia, lealtad y para asegurar el buen funcionamiento de las instituciones», según sus palabras, y solo contó con el apoyo de su socio de gobierno conservador, el CDS, y los liberales, quienes acumulaban apenas diez diputados entre ambos.

Esta crisis política en Portugal se desató a mediados de febrero, tras informaciones sobre las actividades de Spinmuviva, una empresa fundada por Montenegro cuando estaba fuera de la política, ahora gestionada por su esposa e hijos, que ha recibido pagos de otras compañías como Solverde, donde trabajó anteriormente el primer ministro.

UN ÚLTIMO INTENTO DEL GOBIERNO

El debate ha sorprendentemente girado en torno a las demandas de los socialistas para que Montenegro retire la cuestión de confianza y acceda a una comisión de investigación que están preparando. El Gobierno, por su parte, subraya la necesidad de someterse al control de la Asamblea y pide que la oposición al menos se abstenga.

Montenegro insistió: «Estoy disponible para consensuar con el PS», y aseguró que retiraría la moción de confianza si los socialistas especificaban «qué información desean».

La respuesta del líder del PS, Pedro Nuno Santos, fue clara: «Las aclaraciones deben hacerse en público», rechazando la propuesta de una reunión a puerta cerrada y reafirmando que las inquietudes solo pueden aclararse a través de una comisión de investigación parlamentaria.

En un esfuerzo final por preservar la cuestión de confianza, el Gobierno ha sugerido una comisión de investigación de quince días, propuesta que ha sido desestimada por el PS, que considera que esos plazos son insuficientes para un «escrutinio serio».

La portavoz parlamentaria socialista, Alexandra Leitao, enfatizó: «El plazo más serio es el propuesto por el PS, que son 90 días. El investigado no define los términos de la investigación».

La cuestión de Montenegro es la duodécima planteada al Parlamento y la segunda en ser rechazada desde el restablecimiento de la democracia con la Constitución de 1976. El primer ministro cae después de menos de un año en el poder. Desde 2019, Portugal no ha completado ninguna legislatura.

Así, los portugueses acudirán nuevamente a las urnas, previsiblemente en mayo, para la cuarta elección en apenas cinco años y medio. Montenegro, quien ganó las elecciones como resultado de una crisis política aún sin resolver que llevó a la renuncia de António Costa, ya ha anunciado su intención de ser candidato nuevamente.

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