VALÈNCIA, 27 Ago. –
El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunitat Valenciana (ICOPCV) ha destacado los beneficios del calzado «respetuoso» para los menores, pero lo desaconseja en aquellos casos en los que se presenten pies valgos o cavos.
Según señala la entidad en un comunicado, con la llegada del fin de las vacaciones, muchas familias enfocan su atención en la ‘vuelta al cole’ y en todo el material e indumentaria que requerirán los más pequeños en el nuevo curso.
En este contexto, dado que el calzado es uno de los artículos más adquiridos en esta etapa, desde el ICOPCV se advierte que, al momento de escogerlo, es «muy importante no dejarse llevar por modas y considerar la propia morfología del pie del menor».
En concreto, el ICOPCV ha señalado que, si bien el calzado «respetuoso» es «muy buena opción», no está recomendado para aquellos pies que tienen necesidades «especiales», como los de los niños que se caen con frecuencia, desgastan más la suela de un lado que de otro, o que experimentan molestias.
«La recomendación de los podólogos es que antes de adquirir el nuevo calzado al inicio del curso, se realice una revisión por parte de un podólogo que evalúe el desarrollo del pie, su marcha, la pisada, la musculatura y el desarrollo del niño, y así aconseje sobre el calzado más adecuado para cada caso.» Cristina Martínez, podóloga y miembro de la junta directiva del ICOPCV, ha añadido que hoy existe una tendencia a creer que el calzado respetuoso es bueno para todos, pero «no es así y a veces para introducirlo es necesaria la supervisión de un profesional para ir controlando la evolución del pie».
Según ha detallado, «el calzado respetuoso es el que imita la forma de andar descalzo. Es flexible, su suela es plana, sin ningún tipo de drop, y no cuenta con refuerzos excesivos, por lo que se adapta a la forma natural del pie infantil.»
Entre los principales beneficios de este tipo de calzado se destaca que favorece el desarrollo muscular y articular del pie, permite la propiocepción (sensibilidad del pie al terreno), evita deformidades que pueden originarse por el uso de un calzado rígido o muy estrecho, y además aporta «mayor comodidad y ligereza».
Sin embargo, junto a estos beneficios, el ICOPCV señala que también hay que considerar algunos «inconvenientes», como que no todos los pies infantiles se benefician por igual del calzado respetuoso, pueden no ser adecuados para pies con necesidades especiales (como los cavos o valgos), supone un mayor riesgo de padecer lesiones y molestias si no se introduce de forma progresiva, y no siempre son tan duraderos para el uso intensivo del cole.
CLAVES
Algunas claves para elegirlo adecuadamente son, en primer lugar, comprobar que realmente es «respetuoso»; para ello ha de tener puntera ancha, suela flexible y contrafuerte mínimo o inexistente.
«Además, hay que probar varios modelos y tallas porque cada niño tiene su forma de pie, y es muy importante adaptar el calzado a las necesidades reales del pie en crecimiento», ha especificado Cristina Martínez. También es vital revisar que no tenga costuras internas que puedan causar molestias, que esté hecho de materiales naturales como la piel y que favorezca el confort y la durabilidad.
«Por supuesto, durante el curso escolar los padres deben revisar periódicamente el ajuste y estado del calzado, no solo externamente, sino también el interior para comprobar que los forros interiores están en buen estado y que no hay desgaste en la zona de los dedos o de la plantilla», ha concluido la podóloga.
Para más información sobre el cuidado del calzado infantil, visita ICOPCV – Calzado Infantil o consulta artículos relacionados en NHS – Foot Conditions.
