MADRID, 18 Oct. –
El estreñimiento es más común de lo que se piensa y afecta a millones de personas, ocasionando molestias, hinchazón, dolor abdominal e incluso alteraciones en el estado de ánimo. Afortunadamente, gran parte del problema puede mitigarse a través de una alimentación adecuada. Comer bien es esencial, pero conocer qué comer puede ser determinante.
El estreñimiento es una afección crónica que impacta considerablemente la calidad de vida y genera una carga financiera significativa para pacientes y sistemas de salud. Se caracteriza por defecaciones insatisfactorias, resultado de evacuaciones infrecuentes, dificultad para evacuar o una combinación de ambas. Esta condición afecta al 10% de la población mundial.
Hasta ahora, las guías clínicas han proporcionado recomendaciones dietéticas limitadas y a menudo desactualizadas, que tienden a sugerir un aumento en el consumo de fibra y líquidos.
NUEVAS DIRECTRICES DIETÉTICAS
Una investigación del King’s College de Londres ha establecido las primeras directrices dietéticas basadas en evidencia para adultos con estreñimiento crónico. Estas pautas se han publicado en las revistas ‘Journal of Human Nutrition & Dietetics’ y ‘Neurogastroenterology & Motility’, apoyadas por la Asociación Dietética Británica (BDA) y buscan cambiar la manera en que los médicos, enfermeros y dietistas se enfrentan a esta afección en la práctica clínica.
A diferencia de recomendaciones anteriores, las nuevas directrices se fundamentan en numerosas revisiones sistemáticas y metanálisis detallados, utilizando el marco GRADE para evaluar la calidad de la evidencia.
Un equipo multidisciplinario de expertos, incluyendo dietistas, un nutricionista, un gastroenterólogo, un fisiólogo intestinal y un médico de cabecera, examinó más de 75 ensayos clínicos para elaborar 59 recomendaciones e identificar 12 prioridades de investigación.
«El estreñimiento crónico puede impactar enormemente la vida diaria», indica la doctora Eirini Dimidi, profesora adjunta de Ciencias de la Nutrición en el King’s College de Londres y autora principal.
Por primera vez, se ha proporcionado orientación sobre enfoques dietéticos que podrían ser realmente beneficiosos y qué consejos podrían carecer de evidencia. Mejorar esta afección a través de ajustes dietéticos permitiría a las personas gestionar mejor sus síntomas y, con suerte, elevar su calidad de vida.
Las recomendaciones también abordan los efectos del estreñimiento, como la frecuencia, la consistencia, el esfuerzo y la calidad de vida de las deposiciones, lo que las convierte en opciones más prácticas para una atención personalizada según los síntomas que presenta cada persona. Además, se ha creado una herramienta útil para los profesionales clínicos que facilita la implementación de estas directrices en la práctica diaria a nivel global.
LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL ESTREÑIMIENTO NO ES CONSISTENTE
La revisión de la evidencia mostró que, si bien algunos alimentos y suplementos son efectivos, la calidad general de los estudios existentes es deficiente. La mayoría de los ensayos se enfocaron en intervenciones individuales en lugar de en enfoques dietéticos integrales, destacando la necesidad urgente de investigaciones más rigurosas en el tratamiento del estreñimiento.
«Una dieta rica en fibra brinda numerosos beneficios para la salud general y ha sido una recomendación común para tratar el estreñimiento. Sin embargo, nuestras directrices concluyeron que no hay suficiente evidencia que sugiera que realmente funciona para el estreñimiento específico», advierte la investigadora.
En lugar de eso, «nuestra investigación revela nuevas estrategias dietéticas que podrían beneficiar a los pacientes. Simultáneamente, necesitamos más ensayos de alta calidad para complementar la evidencia sobre qué funciona y qué no», concluye.
RECOMENDACIONES PRINCIPALES CONTRA EL ESTREÑIMIENTO
La guía podría facilitar un mejor autocontrol de los síntomas, especialmente a través de alimentos y bebidas. La recomendación principal, respaldada por mayor evidencia, es que el consumo de kiwis, pan de centeno y agua mineral con alto contenido mineral podría ayudar a aliviar el estreñimiento crónico.
En cuanto a suplementos, el uso de fibra de ‘psyllium’, ciertas cepas probióticas y suplementos de óxido de magnesio pueden contribuir a mejorar el estreñimiento.
Por otro lado, se ha encontrado que enfoques ampliamente promovidos, como las «dietas ricas en fibra» genéricas y los suplementos de sen, carecen de evidencia sólida de eficacia.
INTERVENCIONES DIETÉTICAS ESTUDIADAS EN EL ESTREÑIMIENTO CRÓNICO
Suplementos probióticos: Aún se desconoce qué cepas son efectivas. Se requieren más ensayos clínicos aleatorizados que evalúen cepas probióticas bien caracterizadas en el contexto del estreñimiento crónico.
Suplementos simbióticos: La evidencia es limitada. Se necesitan más estudios que analicen combinaciones de probióticos y prebióticos/fibra para este problema.
Ciruelas pasas: Algunos estudios sugieren que no son más efectivas que el psyllium. Se requieren estudios controlados o de equivalencia para verificar su efectividad.
Alimentos fermentados: Ensayos pequeños apuntan a posibles beneficios de alimentos como el kéfir, aunque son necesarios estudios de alta calidad para confirmarlo.
Productos con bacterias inactivadas: La investigación es escasa. Un estudio con yogur pasteurizado mostró resultados prometedores, pero se requieren más investigaciones.
Alimentos y dietas ricas en fibra: A pesar de la recomendación de aumentar la fibra y líquidos, la mayor parte de la evidencia proviene de suplementos. Se necesita investigar dietas con diversos alimentos ricos en fibra y su efecto combinado con líquidos.
Líquidos adicionales: No existe evidencia sólida de que incrementar el consumo de agua por sí solo ayude. Solo un estudio mostró beneficios al combinar dos litros de agua diarios con una dieta de 25 g diarios de fibra. Se requieren más estudios.
Cafeína: No se han realizado estudios; futuros trabajos son necesarios para evaluar su efecto sobre el estreñimiento.
Sen: Aunque algunos estudios muestran eficacia individual, los metaanálisis no confirman un efecto general significativo. Se necesitan estudios controlados de alta calidad.
Vitamina C: Se ha sugerido que dosis elevadas podrían tener un efecto laxante, pero faltan estudios que lo validen. Se requieren investigaciones para evaluarlo.
Alimentos desencadenantes: Algunos alimentos como arroz o plátano pueden agravar el estreñimiento, aunque hay poca evidencia. Se necesitan estudios para identificar desencadenantes dietéticos confiables.