MADRID, 4 de mayo –
Son muchas las personas que creen que el gluten y los lácteos son alimentos inflamatorios que no benefician nuestra salud. Sin embargo, como afirma Sofía Giaquinta, dietista-nutricionista especializada en trastornos de la conducta, no hay alimentos que sean inherentemente inflamatorios, ni existe realmente una dieta antiinflamatoria.
En una reciente entrevista, Giaquinta destaca que el gluten es una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno, y advierte que «para la mayoría de las personas, el gluten no representa ningún problema, y puede ser parte de una alimentación completamente normal».
Asimismo, subraya que los lácteos son una fuente fundamental de nutrientes para nuestra dieta, aportando vitamina D, calcio y proteínas, y recuerda que estos productos no son inflamatorios.
«Ni el gluten ni la leche son inflamatorios. Puede que no te sienten bien debido a condiciones como la celiaquía, la sensibilidad no celíaca al gluten, o la intolerancia o alergia a la lactosa, que sí pueden causar inflamación. Pero esto solo se aplica a casos específicos; no existe evidencia científica que apoye que sean inflamatorios para toda la población. Históricamente, han sido pilares en nuestra alimentación, como el pan y la pasta en Italia», recalca esta experta en nutrición.
Por ello, Giaquinta insiste en que no se deben eliminar el gluten ni los lácteos de la dieta sin haber realizado previamente las pruebas pertinentes con un especialista, ya que esto podría retrasar el diagnóstico. «Si tienes molestias digestivas, consulta a un profesional que pueda hacerte las pruebas necesarias y ofrecerte un diagnóstico. Los test de 200 alimentos son una estafa, así que asegúrate de lo que realmente necesitas antes de invertir», asevera.
NO HAY NINGUNA DIETA QUE SEA INFLAMATORIA
Por otro lado, preguntamos a esta experta sobre la inflamación, un tema de actualidad que ha llevado a muchos a hablar de dietas antiinflamatorias y de supuestos alimentos que inflaman.
En primer lugar, la dietista-nutricionista enfatiza que «no hay ningún alimento que pueda inflamar, a menos que seas celíaco o tengas las condiciones mencionadas anteriormente. Además, recuerda que la inflamación no es algo que se puede percibir fácilmente; es un marcador molecular que se detecta en analíticas de sangre, distinto a la hinchazón que se puede sentir después de comer o de la falta de ejercicio en un día determinado.
«Tu conjunto de hábitos puede influir en un estado más o menos inflamatorio. No hay una dieta definitivamente antiinflamatoria. Debemos investigar la causa de la inflamación, ya que puede derivar de una patología autoinmune, siendo el tratamiento de esa condición lo que determinará la solución al problema de la inflamación», advierte.
Giaquinta considera que la información sobre inflamación se transmite «desde el miedo», con advertencias como ‘no hagas esto porque es inflamatorio’, sin entender el contexto personal. «La divulgación debe hacerse desde el apoyo, no desde el miedo ni desde la culpa. Esto no promueve la salud», comenta.
HINCHAZÓN VS INFLAMACIÓN
Defiende también que muchos de nosotros hemos experimentado la incómoda sensación de hinchazón abdominal después de comer: «Aunque puede resultar molesta, es importante entender que no siempre indica un problema de salud grave».
Giaquinta advierte que promover la idea de que esta hinchazón es patológica es alarmante y «favorece a marcas de suplementos que ofrecen productos sin evidencia científica». Si la hinchazón persiste, lo mejor es consultarlo con un profesional.
«El discurso sobre la inflamación sistémica en la divulgación está muy distorsionado y se ha utilizado para vender suplementos y remedios mágicos que no abordan la raíz del problema. La hinchazón es una sensación, mientras que la inflamación es un marcador celular que no se puede detectar sin análisis. A veces se nota al diagnosticar condiciones como la artritis o la celiaquía, pero la hinchazón la sientes, y la inflamación no», concluye esta experta en trastornos de la conducta alimentaria.