MADRID, 3 Ago. –
Mosquitos, avispas, abejas y garrapatas son los grandes protagonistas del verano, y también de nuestras picaduras. ¿Sabes cómo actuar si te pican? ¿Y qué hacer si se infectan? Aquí te explicamos el procedimiento paso a paso, qué remedios funcionan realmente (y cuáles no), qué productos son seguros para niños y qué medidas de prevención son efectivas para evitar complicaciones, especialmente en personas alérgicas.
La doctora Beatriz Torres Blanco, secretaria de comunicación de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y médica en Roa de Duero (Burgos), señala que en verano las picaduras más comunes son las de los mosquitos, sobre todo en áreas húmedas (como ríos y costas) y al atardecer.
“También es común encontrar picaduras de avispas y abejas en esta época. Quiero destacar el aumento de picaduras de garrapatas, pulgas y chinches que hemos observado en los últimos años”, enfatiza esta experta.
QUÉ HACER ANTE UNA PICADURA
Ante una picadura, la doctora Torres destaca que debemos limpiar bien la zona con agua y jabón para desinfectarla. Si somos propensos a la inflamación, se puede aliviar aplicando frío en la zona de las picaduras, siempre envuelto en un paño (nunca en contacto directo con la piel para evitar quemaduras).
“Es crucial evitar rascarse, ya que esto puede aumentar la inflamación, intensificar el picor y causar infección. Si el frío no es suficiente para controlar el síntoma, se pueden utilizar cremas calmantes como antihistamínicos tópicos”, añade la doctora.
En el caso de las abejas, es importante retirar el aguijón, y para las garrapatas, hay que extraerlas con una técnica adecuada, asegurándose de quitarla completamente (incluida la cabeza y las patas). También subraya que es recomendable enviar la garrapata a analizar para verificar si transmite alguna enfermedad, por lo que es aconsejable acudir al centro de salud, donde pueden ayudar con esta tarea.
QUÉ FUNCIONA CON LOS PRODUCTOS PARA DESPUÉS DE LAS PICADURAS
La portavoz de SEMG resalta que los productos post picaduras suelen contener amoniaco, mentol o antihistamínicos tópicos, y tienen una eficacia limitada; aunque pueden ayudar a aliviar el picor y la inflamación leve.
En ocasiones, cuando el picor es incontrolable, se pueden administrar antihistamínicos orales; si la inflamación es considerable, se pueden utilizar corticoides tópicos, pero siempre bajo la prescripción de un médico.
“Recientemente, la aplicación de calor localizado en la zona de la picadura ha demostrado reducir el prurito. Esto se basa en las nuevas apps móviles que conectan con un dispositivo para disminuir el picor aplicándolo en la picadura, ya que calientan una pequeña placa que inhibe las señales del picor y altera las proteínas del veneno de los insectos responsables”, advierte la médica de familia.
MEDIDAS BÁSICAS DE PREVENCIÓN
Torres Blanco enfatiza que las medidas más efectivas contra las picaduras de insectos este verano son las que llamamos ‘de barrera física’, como el uso de ropa clara que cubra la piel, optando por camisetas de manga larga y pantalones largos, además de usar mosquiteras (incluso en los carritos).
“También es recomendable evitar perfumes, que atraen a los insectos. Asimismo, hay que evitar llevar o consumir alimentos, sobre todo los dulces como las frutas al aire libre. Es conveniente intentar no salir al amanecer o atardecer, especialmente en áreas húmedas”, añade.
En personas con alergias graves, estas deben llevar siempre un autoinyector de adrenalina y saber cómo usarlo, tanto ellos como sus acompañantes. “Otra opción es utilizar repelentes, con especial prudencia en los niños, asegurándonos de que están aprobados según su edad”, concluye la portavoz de la SEMG.