MADRID, 22 Jul. –
Las frutas y verduras con alto contenido en agua son esenciales para la hidratación diaria, especialmente durante el verano, cuando las temperaturas elevadas aumentan la pérdida de líquidos a través del sudor.
«Estos alimentos no solo proporcionan agua de forma natural, sino que también aportan electrolitos, vitaminas y antioxidantes que favorecen el correcto funcionamiento del organismo. Son una herramienta complementaria al consumo de agua para mantener un buen estado de hidratación», explica Uxía Rodríguez, dietista-nutricionista y vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN).
En este sentido, resalta que entre las frutas y verduras con alto contenido hídrico, las que superan el 90% de agua son la sandía, el melón, la fresa, el pepino, el tomate, el calabacín y la lechuga. «Además de hidratar, ofrecen fibra que mejora la salud digestiva, antioxidantes que combaten el daño oxidativo, y vitaminas como la C, la A o el ácido fólico, que son esenciales para la función inmunitaria, la piel y la salud cardiovascular», añade Rodríguez, también presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Galicia (Codinugal).
TRUCOS PARA POTENCIAR SU PODER HIDRATANTE
La experta en nutrición indica que para maximizar el efecto hidratante de las frutas y verduras hay varias opciones, como consumirlas crudas, en ensaladas, en gazpacho o como tentempiés.
«Preparaciones como brochetas de frutas, sopas frías o aguas saborizadas con rodajas de pepino, sandía o cítricos son muy atractivas y efectivas para mantenerse hidratado. Es fundamental conservarlas en frío para aumentar su refrescante y facilitar su consumo, especialmente en niños y personas mayores», recalca Uxía Rodríguez.
CUÁNTA FRUTA Y VERDURA COMER PARA UNA BUENA HIDRATACIÓN
En este contexto, Rodríguez recuerda que se recomienda consumir cinco raciones de frutas y verduras al día, independientemente de la temporada.
«Estas raciones deben repartirse a lo largo del día, incorporándolas dentro de las comidas principales, como tentempiés o en postres. Se aconseja aumentar su consumo en días de calor extremo o durante la práctica de ejercicio físico. Es recomendable incrementar la ingesta de frutas y verduras ricas en agua y acompañarlas de mayor consumo de agua en estas circunstancias», sostiene.
Además, indica que las frutas y verduras ayudan a reponer líquidos y minerales perdidos, y junto con una adecuada hidratación con agua, previenen golpes de calor, calambres o fatiga excesiva: «Son especialmente beneficiosas para personas mayores, niños y deportistas, quienes son más propensos a la deshidratación».
Finalmente, Rodríguez advierte que uno de los errores más comunes es esperar a tener sed para beber agua o confiar en bebidas azucaradas o alcohólicas que, en lugar de hidratar, pueden aumentar la pérdida de líquidos. «También es frecuente descuidar la hidratación durante actividades al aire libre», concluye.