MADRID, 21 Sep. –
Durante una guardia del Servicio de Urgencias, la vida del doctor Sans Segarra dio un giro inesperado. Tuvo la experiencia de reanimar a un paciente que había sufrido una muerte clínica a consecuencia de un serio accidente de circulación. Tras operarlo y al progresar adecuadamente, el paciente compartió con el doctor una experiencia cercana a la muerte (ECM) que vivió durante su crítico periodo de muerte clínica.
Este encuentro transformó su perspectiva sobre la vida y la muerte. La experiencia le motivó a investigar más sobre las ECM, «que todos podemos experimentar en algún momento de nuestra vida», comenzando por las obras de expertos en el campo y posteriormente reuniéndose con profesionales de diversas disciplinas, incluyendo neurólogos, psiquiatras y psicólogos.
El doctor Manuel Sans Segarra es un médico especializado en cirugía general y digestiva, pionero en cirugía laparoscópica en nuestro país, con un enfoque particular en cirugía oncológica. Inicialmente, dedicó su búsqueda sobre las ECM en secreto. Sin embargo, ahora que se ha jubilado y el conocimiento científico sobre el tema ha avanzado considerablemente, se dedica por completo a ello.
Recientemente publicó su segundo libro titulado ‘Ego y supraconciencia’ (Planeta), y por el que concede esta entrevista, un manual basado en su experiencia profesional con pacientes que han vivido una ECM.
Como doctor en Medicina y Cirugía y profesor de la Universidad de Barcelona, enfatiza que «la muerte no es enemiga de la vida, sino que forma parte de ella». Indica que «al nacer comenzamos a morir, y la vida debería ser una preparación para la muerte». Aunque considera que el miedo imperante a la muerte en nuestra sociedad nos aleja de nuestra realidad existencial. «Con la muerte retornamos a nuestro origen. No es oscuridad, negación y vacío, sino liberación», añade.
Lamenta que en nuestra sociedad la muerte «sigue siendo un tabú», y existe un autentico pánico a morir, todo lo cual atribuye al «desconocimiento». Comenta que «la formación que la gente tiene sobre la vida y la muerte está equivocada, basada en el ego o en una falsa identidad fundamentada en el materialismo»; así, al basar todo en el ego, «la muerte es aterradora, porque implica el fin de todo».
SE PUEDE DEMOSTRAR QUE LA MUERTE ES UN TRÁNSITO
Sin embargo, al estudiar las ECM, Sans Segarra afirma que «uno puede demostrar científicamente que la muerte es un tránsito», y que tras la muerte física, nuestra existencia continua en otra dimensión energética. «Nos basamos en la mecánica cuántica y la física teórica, aceptando que el elemento estructural del universo no es la materia, sino que todo es energía; al morir, dejamos el cuerpo, como un traje, pero nuestra auténtica identidad, la supraconciencia o espíritu, perdura siempre».
Por ello, dice que cuando uno comprende la realidad existencial y se da cuenta de que la muerte física es solo un tránsito, el miedo a la muerte desaparece.
«Los que han tenido una ECM, tras ser reanimados, me han dicho que no deseaban volver, que era mejor estar en la otra dimensión que aquí en la tierra a nivel físico. Algunas personas describen haber encontrado a seres queridos fallecidos que les acogieron. Por ejemplo, una paciente en duelo con su madre contactó con ella durante su experiencia cercana a la muerte y afirmó que esa dimensión energética era maravillosa», narra Sans Segarra.
CÓMO SE PUEDEN EXPERIMENTAR LAS ECM
Afirma que todos podemos experimentar una ECM y contactar con nuestra supraconciencia o espíritu de manera inconsciente, especialmente en casos de pacientes en muerte clínica, sin respiración ni actividad mental, que se recuperan médicamente; «durante el tiempo que están muertos, viven la ECM».
Además, sostiene que es posible contactar con nuestra supraconciencia de forma consciente mediante la meditación, que ayuda a controlar el ego; al hacerlo, se puede contactar con la supraconciencia. Destaca que «hay personas evolucionadas que pueden contactar de manera natural y espontánea con la supraconciencia».
SE REUNIÓ CON EL PAPA Y CON EL DALAI LAMA PARA HABLAR DE LAS ECM
Reconoce que el gran problema de las ECM es que, al salir de los cánones del método científico, el mundo materialista las desestima como ‘alucinaciones’ o trastornos cerebrales por el sufrimiento del paro cardiaco; «pero hay hechos científicos que demuestran que son auténticas realidades y no alucinaciones», insiste.
Recuerda que al principio, incluso compañeros médicos le instaban a no tratar el tema por el riesgo que representaba para su carrera. Sin embargo, confiesa que continuó con su curiosidad investigadora, y ahora la situación ha cambiado drásticamente: «Al principio lo hacía a escondidas, pero actualmente, si revisas la bibliografía mundial, encontrarás miles de casos sobre este fenómeno de las ECM. Se investiga en Europa y Estados Unidos, y ya es un tema reconocido».
También menciona que la Iglesia, que inicialmente mostraba recelo hacia las ECM, ahora tiene un enfoque diferente; de hecho, el papa Francisco, el 10 de enero de este año, poco antes de su fallecimiento, y tras leer su libro, solicitó reunirse con él en Roma para dialogar sobre el tema, al igual que el Dalai Lama en India: «Me dijo que es lo mismo que dice la religión, que ellos llegan a la existencia de un Dios, que se manifiesta en cada uno de nosotros, en nuestro espíritu y conciencia. Ellos, a través de la meditación y la metafísica, y yo llego a esta conclusión a través de la Ciencia».
Para más información sobre las experiencias cercanas a la muerte y otros temas relacionados, visite también nuestro artículo sobre investigaciones sobre la muerte.