MADRID, 7 Sep. –
La zeaxantina es un carotenoide de origen vegetal, presente en alimentos como el maíz, el pimiento, las verduras de hoja verde, como las espinacas o las coles de Bruselas, y frutas como las nectarinas y las naranjas. Se le conoce por su función protectora de la salud ocular, pero nuevos estudios sugieren su potencial en la lucha contra el cáncer.
Investigadores de la Universidad de Chicago (Estados Unidos) han revelado que la zeaxantina podría mejorar la capacidad de las células inmunitarias frente al cáncer y aumentar la eficacia de tratamientos avanzados como la inmunoterapia.
ZEAXANTINA, EL CAROTENOIDE QUE VA MÁS ALLÁ DE LA SALUD OCULAR
El estudio, publicado en ‘Cell Reports Medicine’, se basa en años de análisis de nutrientes en la sangre, identificando la zeaxantina como un compuesto que potencia directamente la actividad de las células T CD8+, un tipo esencial de célula inmunitaria que elimina células tumorales.
Estas células dependen de un receptor molecular llamado receptor de células T (TCR, por sus siglas en inglés) para reconocer y atacar células anormales. La zeaxantina puede estabilizar y fortalecer la formación de este complejo TCR en T CD8+, al interaccionar con células cancerosas, lo que se traduce en una señalización intracelular más robusta que potencia la activación de los linfocitos T y aumenta la producción de citocinas, mejorando la capacidad de destruir tumores.
En experimentos con ratones, la suplementación dietética con zeaxantina ralentizó el crecimiento tumoral. Además, al combinarla con inhibidores de punto de control inmunitario, mejoró significativamente los efectos antitumorales, comparado con la inmunoterapia por sí sola.
CÓMO POTENCIA LA ZEAXANTINA LA RESPUESTA DE LAS CÉLULAS T CONTRA EL CÁNCER
Para ampliar los hallazgos, los investigadores probaron células T humanas diseñadas para reconocer antígenos tumorales específicos y encontraron que el tratamiento con zeaxantina aumentó su capacidad para atacar células de melanoma, mieloma múltiple y glioblastoma en experimentos de laboratorio.
«Nuestros datos indican que la zeaxantina mejora las respuestas de las células T, tanto naturales como modificadas, lo que sugiere un alto potencial en inmunoterapias«, ha afirmado la autora principal del estudio, Jing Chen, profesora distinguida de Medicina Janet Davison Rowley.
En estudios previos, el grupo de Chen identificó que el ácido transvaccénico (TVA), un ácido graso derivado de lácteos y carne, también estimula la actividad de las células T, aunque mediante un mecanismo diferente. Esto sugiere que los nutrientes, tanto de origen vegetal como animal, pueden ofrecer beneficios complementarios a la salud inmunitaria.
APLICACIONES CLÍNICAS Y FUTURO DE LA INMUNOLOGÍA NUTRICIONAL
A pesar de los resultados prometedores, los investigadores han señalado que estos hallazgos están en una etapa inicial y provienen mayormente de estudios de laboratorio y experimentos con animales. Se requieren ensayos clínicos para evaluar si los suplementos de zeaxantina pueden mejorar los resultados en pacientes con cáncer.
«Nuestros hallazgos abren un nuevo campo en la inmunología nutricional, que investiga cómo los componentes dietéticos específicos interactúan con el sistema inmunitario a nivel molecular», subraya Chen. «Con más investigación, podríamos descubrir compuestos naturales que hagan que las terapias actuales contra el cáncer sean más eficaces y accesibles.»
DÓNDE SE PUEDE ENCONTRAR LA ZEAXANTINA
La zeaxantina se encuentra principalmente en frutas y verduras de colores amarillo, naranja y verde oscuro, y además de proteger la visión, podría potenciar la actividad del sistema inmunitario.
Entre las verduras más ricas en zeaxantina se encuentran el maíz dulce, los pimientos amarillos y naranjas, la espinaca, el kale, los guisantes, el brócoli y la lechuga romana.
En cuanto a las frutas, están presentes en naranjas, mandarinas, kiwis, mango, papaya, melón cantalupo y duraznos, proporcionando un color vibrante y beneficios nutricionales. Incluir estos alimentos en la dieta es una forma natural de aumentar la ingesta de este vital nutriente.