6 razones y 8 recomendaciones para prevenirlo.


MADRID, 2 Oct. (EDIZIONES) –

Se ha vuelto habitual sufrir de dolores de cabeza con frecuencia o que las mujeres experimenten dolor menstrual de manera regular; sin embargo, esto no debería ser la norma. Ambos son indicadores de inflamación, como señala la doctora en Medicina y Salud Pública y dietista-nutricionista Gabriela Pocoví; un fenómeno que parece estar en auge, ya que, según esta experta, «el 85% de la población está inflamada y no lo sabe».

Pocoví ha lanzado un nuevo libro titulado ‘La solución para la inflamación’ (Zenith), donde propone un método para «mejorar las digestiones, reducir el dolor, prevenir enfermedades y aumentar la vitalidad«, ya que, como argumenta, estos son síntomas que reflejan la existencia de inflamación en el organismo.

«El dolor menstrual en las mujeres, los dolores de cabeza, migrañas, dolor articular son claros signos de inflamación. El dolor es una señal de alarma evidente cuando se presenta de forma constante. Además, las alergias, dermatitis atópica, psoriasis, erupciones, urticarias; tener mucosidad constante, sentirse resfriado, estornudos; y si esto requiere de medicamentos para controlarlo, probablemente se trate de un proceso de inflamación crónica», añade.

También se incluyen todas las «manifestaciones relacionadas con la neuroinflamación», que causan cansancio, fatiga, dificultad para concentrarse y cambios emocionales (saltos entre ansiedad y depresión); así como problemas digestivos como hinchazón, diarrea, gases y estreñimiento.

«Estos síntomas son muy comunes en la sociedad y estamos habituados a enmascararlos con medicamentos de manera reiterada. En realidad, el 85% de la población tiene algún tipo de proceso inflamatorio crónico sin ser consciente. Es una realidad. Algunas personas podrán experimentar más dolor, otros problemas digestivos, pero si es un signo recurrente en tu vida que requiere medicación y afecta tu capacidad funcional y actividad diaria, es un problema de salud que no debe tomarse a la ligera», advierte Pocoví.

¿ESTÁ DE MODA LA INFLAMACIÓN AHORA?

En este contexto, le preguntamos a Pocoví por qué este fenómeno está tan presente en la actualidad, especialmente cuando es algo que siempre ha existido. Ella señala que, aunque ha estado presente siempre, las tasas de enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con la inflamación son un caldo de cultivo para enfermedades autoinmunes, alergias infantiles, cáncer y enfermedades neurodegenerativas, que nos afectan cada vez más y a edades más tempranas, «porque estamos más expuestos a agresiones e irritantes que incrementan la inflamación persistente del organismo».

«Es comprensible experimentar dolores de cabeza ocasionales si uno no duerme bien un día, pero si convives constantemente con dolor y molestias, se trata de algo que se desarrolla de forma persistente», enfatiza.

6 PRINCIPALES FACTORES COTIDIANOS QUE NOS LLEVAN A LA INFLAMACIÓN

Con esta información, solicitamos a Gabriela Pocoví que nos detallara los 6 principales factores que pueden llevarnos a sufrir de inflamación de manera persistente:

1. La falta de sueño y un ritmo circadiano inadecuado, como no exponerse a la luz natural por la mañana y el uso excesivo de dispositivos electrónicos, tiene un impacto negativo en el sueño y en la melatonina, una hormona que actúa como antiinflamatorio, al igual que la vitamina D.

2. Sedentarismo: Pasar largas horas sentados afecta nuestra postura, metabolismo y nuestras articulaciones, además de impactar negativamente en nuestro sistema inmunitario.

3. La dieta que seguimos, que suele ser rápida y rica en productos procesados, pesticidas y azúcares.

4. Tóxicos ambientales, cada vez más comunes, que afectan nuestro sistema inmunológico y incrementan la inflamación.

5. Exceso de grasa corporal, lo que no solo se refiere a un aumento de peso, sino también a la falta de masa muscular, que es metabólicamente activa y antiinflamatoria, mientras que la grasa promueve la inflamación.

6. El estrés crónico que todos enfrentamos eleva la producción de cortisol, una hormona que compromete el sistema inmunológico y nos vuelve más susceptibles a infecciones, además de afectar a otras hormonas cruciales para el metabolismo y el sueño; en definitiva, el estrés desregula nuestro organismo.

CONSEJOS PARA DESINFLAMARNOS

A raíz de todo esto, Pocoví propone varios hábitos fundamentales para reducir la inflamación en el cuerpo, como modificar el tipo de grasas que consumimos y comenzar a ingerir más grasas saludables, incluidos los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado azul, al mismo tiempo que se deben evitar las grasas hidrogenadas y procesadas (como la margarina o el aceite de girasol); disminuir la cantidad de alimentos que comemos y asegurarnos de que lo que ingerimos realmente nutre nuestro cuerpo; incluir fibra de alta calidad y antioxidantes, «porque la verdadera fibra se encuentra en frutas, verduras y tubérculos, no en el pan integral».

Además, sugiere prestar atención a la densidad nutricional, optando por alimentos que aporten mucho en pequeñas cantidades, como el hígado, mejillones o yemas de huevo; variar nuestra alimentación, priorizando alimentos de temporada para minimizar el contenido de pesticidas y maximizar los antioxidantes y nutrientes.

También es recomendable reducir la exposición a toxinas diarias, como suavizantes y perfumes; cuidar nuestras digestiones, desintoxicándonos para ofrecer un respiro a órganos como el hígado, riñones e intestinos; y mejorar la salud de nuestra microbiota oral, clave para mantener la salud general, entre otros factores.

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