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Netanyahu afirma estar «determinado a ganar» la guerra y promueve una mentalidad de «ataque, persistencia, confianza y sentido de la justicia«
MADRID, 5 Mar. –
El nuevo jefe del Ejército de Israel, Eyal Zamir, tomó posesión este miércoles en una ceremonia durante la cual aseguró que «llevará a las tropas a la victoria» y pidió a «todas las partes» de la sociedad israelí a unirse en la «defensa de la patria».
Zamir, quien reemplaza a Herzi Halevi tras su dimisión por fallos de seguridad relacionados con los ataques del 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas contra Israel, se dirigió también a la comunidad ultraortodoxa para solicitar su «contribución» a la causa.
«Esta es una responsabilidad compartida«, enfatizó, añadiendo que las Fuerzas Armadas de Israel son el «Ejército del pueblo«, una fuerza que «hace frente a amenazas externas y que debe mostrarse cohesionada en todas sus filas». «Vamos a trabajar para expandir las fuerzas de seguridad«, afirmó.
Además, recalcó que los rehenes secuestrados en Gaza «serán traídos de vuelta a casa». «Vuestros seres queridos están en mi mente. Mi deber es traerlos de vuelta lo antes posible y como sea posible», manifestó, según informaciones de The Times of Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aprovechó el evento para subrayar la necesidad de «lograr los objetivos» militares de Israel y enfatizó que el país está «decidido a lograr una victoria decisiva». «Tienes una gran responsabilidad sobre tus hombros y el resultado de esta guerra repercutirá en las próximas generaciones», comentó refiriéndose a Zamir. «Estamos decididos a ganar», añadió.
Para asegurar la seguridad de Israel, expresó que «es necesario tener una mentalidad de ataque, de persistencia, confianza y sentido de la justicia». «Zamir ha mostrado su compromiso profesional», añadió, destacando que el «sionismo recorre sus venas».
«Gracias al apoyo de nuestros amigos en [Estados Unidos], especialmente del presidente Donald Trump, vamos a entregar muchas armas al Ejército, algo fundamental para nuestra seguridad. También estamos aumentando nuestra capacidad de producción interna para reducir la dependencia de actores externos», declaró. Deseó «suerte» a todos los presentes, entre los que se encontraba el jefe del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM), Michael Kurilla.
Acerca de la situación de los rehenes, que ha generado numerosas protestas por parte de las familias, Netanyahu sostuvo que «serán traídos de vuelta», mientras elogiaba las cuatro décadas de servicio de Halevi como comandante de las Fuerzas Armadas.
«NI UN MINUTO DE RESPIRO»
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió al nuevo jefe del Ejército que no tendrá «ni un minuto de respiro» dadas las «desafíos en materia de seguridad» actuales. «No tendrás ni un minuto», insistió.
Además, destacó que Halevi ya le ha «allanado el camino», permitiendo a Zamir enfocarse en «mejorar«. «Si Hamás no libera a los rehenes que quedan secuestrados, vamos a volver a luchar, y tendrán que enfrentarse a la mayor fortaleza de Israel con métodos que no han visto antes», afirmó, subrayando la importancia de evitar que Hamás controle Gaza.
Halevi, por su parte, reiteró su demanda de abrir una comisión nacional de investigación para analizar los eventos del 7 de octubre, en línea con demandas anteriores.
Según él, establecer esta comisión estatal es «necesario» y «vital«. «No es para hallar a un posible culpable, sino para entender el origen de los problemas y facilitar reparaciones», aclaró el ahora exjefe del Ejército, que anunció no haber presentado su dimisión antes para no perjudicar a las tropas en un momento de guerra.
«El 7 de octubre, el Ejército falló. Fue un grave fracaso que debe ser investigado no solo por el Ejército y el Shin Bet», detalló, a pesar de que Netanyahu ha rechazado llevar a cabo este tipo de investigaciones.
Halevi aprovechó para criticar las «constantes críticas» hacia el Ejército por parte de políticos y miembros de la sociedad civil, tanto durante la guerra como ahora, afirmando que «esto no nos ayuda en nada, solo daña la confianza de nuestros comandantes y soldados».
«Los que habláis de una falta de coraje y determinación nunca han sentido el frío metal del gatillo frente al enemigo ni han escuchado el último aliento de un amigo herido en territorio enemigo», concluyó.
En febrero, las fuerzas israelíes reconocieron que los ataques de Hamás fueron un «completo fracaso» para la seguridad nacional de Israel, resultado de años de planificación y engaño por parte de las milicias palestinas. El Ejército admitió su «fracaso en la misión de proteger a la población» y que las tropas en la frontera con Gaza se limitaban a cubrir misiones de respuesta a amenazas cotidianas.



