¿Cómo reaccionar ante ahogamientos, atragantamientos o golpes de calor en niños? Consejos de pediatras para salvar vidas.

¿Cómo reaccionar ante ahogamientos, atragantamientos o golpes de calor en niños? Consejos de pediatras para salvar vidas.

MADRID 20 de mayo

El **80% de los ahogamientos o atragantamientos** de menores ocurren en presencia de adultos que no saben cómo reaccionar. Además, es la segunda causa de fallecimiento accidental en menores de 14 años, especialmente en épocas estivales. Por esta razón, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha publicado una serie de recomendaciones para actuar en casos de emergencia.

El coordinador del Comité de Soporte Vital (CSV) de la AEP, el Dr. Ignacio Manrique, ha expresado su preocupación por el hecho de que 2024 haya sido el segundo peor año en la última década, con 422 fallecimientos por ahogamiento. Solo 2017 tuvo cifras peores con 481 fallecimientos, y ha resaltado que todos los ahogamientos son prevenibles con una adecuada **conciencia de riesgo**.

Durante una capacitación ofrecida por la AEP, Manrique enfatizó la necesidad de mantener «**un brazo de distancia**» con el niño bajo supervisión, incluso si este lleva un flotador, ya que estos no garantizan que las vías respiratorias permanezcan fuera del agua en todo momento. También mencionó que usar el móvil mientras se supervisa a un menor es uno de los errores más comunes.

Es fundamental recordar que no existe una **cantidad segura de agua**, ya que un lactante puede ahogarse en tan solo dos centímetros de agua. Por ello, es crucial «nunca dejar de supervisar» a los más pequeños en el entorno de bañeras, cubos, inodoros, piscinas inflables, estanques o pozos.

Asimismo, el especialista sugirió que los niños deben entrar al agua de pie en lugar de cabeza para prevenir lesiones en la columna y la médula espinal, además de cubrir los desagües de las piscinas para evitar atrapamientos por succión.

Un hecho alarmante es que, al ahogarse, las personas suelen no pedir ayuda ni gritar, ya que su foco está en mantener la cabeza por encima del agua. Este proceso puede durar unos 90 segundos, por lo que es vital que **padres y cuidadores** mantengan una vigilancia constante, incluso cuando hay socorristas presentes.

CÓMO ACTUAR EN CASO DE AHOGAMIENTO

Antes de intentar rescatar a una persona ahogándose, es esencial **avisar a los servicios de emergencia** y lanzar un objeto flotante. Los testigos no deben entrar al agua para evitar una segunda emergencia.

Una vez que la víctima está fuera del agua, el Dr. Manrique desmintió el mito de que hay que ponerla bocabajo para vaciar los pulmones. En cambio, se debe practicar inmediatamente el protocolo de **reanimación cardiopulmonar (RCP)**, comenzando con ventilaciones y compresiones torácicas.

Un paso previo es verificar si la persona está consciente, lo que se puede hacer mediante pellizcos. Se debe solicitar ayuda a quienes están alrededor, abrir la vía aérea y comenzar el procedimiento, asegurándose de que la víctima respire.

Las primeras cinco insuflaciones de aire deben ser seguidas de **30 compresiones torácicas** y otras dos ventilaciones, repitiendo el ciclo hasta que lleguen los servicios de emergencia o aparezcan señales de circulación. El experto recomienda alternar cada dos minutos con otra persona que también realice RCP para evitar el agotamiento.

VERDADES Y MITOS SOBRE LOS ATRAGANTAMIENTOS

La jornada incluyó la participación del Dr. Gonzalo Zeballos, miembro del CSV-AEP y del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, quien abordó los mitos sobre los atragantamientos y qué hacer en estos casos, que son más frecuentes en menores de cinco años, especialmente durante comidas y juegos simultáneos.

Las celebraciones son entornos de riesgo debido a la falta de supervisión adulta y a que los niños pueden jugar y saltar mientras comen. Sin embargo, los atragantamientos también pueden ocurrir con juguetes que se pueden introducir en la boca o con alimentos pequeños como uvas o frutos secos. Se recomienda cortar las verduras en trozos muy pequeños y, preferiblemente, crudas.

Es crucial saber cómo actuar dependiendo de la fase de atragantamiento. En la primera fase, cuando la persona está tosiendo, hay que dejarle espacio para que expulse el objeto por sí misma. Si deja de toser, pero sigue consciente y con dificultades para respirar, se debe llamar al **112** y verificar si el objeto es accesible en su boca.

Si no es accesible, cinco golpes en la zona interescapular de la espalda deben ser seguidos por cinco compresiones abdominales —conocidas como maniobra de Heimlich— para mayores de un año. Para menores de un año, se deben realizar compresiones torácicas en vez de abdominales.

Este procedimiento debe repetirse hasta que la víctima respire bien, expulse el objeto o pierda la conciencia, momento en el que se deben aplicar las maniobras de RCP. Se desaconseja soplar en la cara del niño o levantarlo por los pies, y es esencial acudir al médico, incluso si el objeto fue expulsado, para descartar lesiones o complicaciones.

VERDADES Y MITOS SOBRE LOS GOLPES DE CALOR

El Dr. Valero Sebastián, miembro del CSV-AEP y del Centro de Salud Arquitecto Tolsa (Valencia), advirtió sobre la creciente frecuencia de **olas de calor** debido al cambio climático. Estas tienen un impacto mayor en niños menores de cinco años, así como en enfermos crónicos.

Hizo un llamado a tener «mucho cuidado» con los niños en coches, ya que un coche cerrado puede aumentar su temperatura interna hasta 20 grados en menos de una hora, llegando a alcanzar hasta 70 grados.

Los síntomas de un golpe de calor incluyen mareos, vómitos, temperatura corporal superior a 40 grados, cefalea, irritabilidad y taquicardia. En casos más graves, esto puede llevar a desmayos o convulsiones. Es fundamental prestar atención a los primeros síntomas como piel seca y caliente, fatiga, debilidad, respiración rápida o calambres musculares.

Para prevenir un golpe de calor, es esencial **mantener una buena hidratación**, evitar ejercicios durante las horas más calurosas y usar ropa holgada y fresca. En caso de sufrir un golpe de calor, se debe colocar a la víctima en un lugar fresco y ventilado; aflojar su ropa; aplicar compresas frías en la cabeza, cuello, cara y pecho; ofrecer agua fría o bebida isotónica si están conscientes; llamar al **112** e iniciar RCP si la persona pierde la conciencia, tras lo cual se debe trasladar al niño al hospital lo antes posible para su evaluación.

Para más información, visita Asociación Española de Pediatría o infórmate sobre prevención de ahogamientos.

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