MADRID 11 Mar. –
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha reclamado **endurecer las penas**, **incrementar las plantillas** e implementar un botón del pánico en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) para hacer frente a las **45 agresiones diarias** que se producen contra el personal sanitario.
Otras medidas que ha contemplado son el establecimiento de un Protocolo Nacional Unificado de Agresiones, con directrices claras de prevención y actuación; el reconocimiento legal de la autoridad del profesional sanitario, para disuadir las agresiones; la agilización de órdenes de alejamiento para proteger a las víctimas; la extensión del ‘Mensaje de Alerta’ a todas las comunidades autónomas; o el refuerzo de la **seguridad** en los centros sanitarios con mayor presencia de personal de seguridad.
Asimismo, ha pedido crear campañas nacionales de sensibilización y «tolerancia cero»; formación obligatoria en prevención y gestión de conflictos; la creación de un Observatorio Nacional de Agresiones, con datos actualizados y fiables; y brindar apoyo psicológico a las víctimas.
El sindicato ha «alzado la voz con firmeza ante esta intolerable realidad», resaltando que la **violencia en el ámbito sanitario** es un «problema grave» que exige una respuesta «inmediata y contundente», todo ello con motivo del Día Europeo Contra las Agresiones a los Profesionales Sanitarios, que se celebra este miércoles.
La organización ha mostrado su preocupación ante la **inacción** de las administraciones frente a esta situación, considerando que existe una **falta de recursos** y de medidas de protección en muchos centros sanitarios, así como insuficientes medidas de seguridad en hospitales y centros de salud.
«Deben implementarse medidas que frenen la **impunidad de los agresores** y la desigual aplicación de protocolos según la comunidad autónoma. Asimismo, la falta de personal en hospitales y centros de salud agrava la situación, generando un caldo de cultivo para la frustración y la violencia», ha añadido.
CSIF también ha animado al personal sanitario a denunciar cualquier agresión, lo que permitirá que el agresor responda por sus actos; que el profesional agredido acceda a apoyo psicológico y asesoramiento legal; que se prevengan y disuadan futuras agresiones; que se visibilice el problema; y que se generen cambios en la **protección laboral**.
«Somos conscientes que no siempre es fácil denunciar y que puede generar miedo o dudas, pero consideramos que es fundamental recordar que la violencia nunca es aceptable y que cada denuncia es un paso crucial para proteger la integridad de los profesionales sanitarios», ha expresado CSIF.
Tras ello, ha subrayado que **la mitad de las agresiones** no son comunicadas y que en 2024 se registraron **16.558 agresiones**, la cifra más alta desde 2017, según datos del Ministerio de Sanidad; casi la mitad de las agresiones se concentran en **Atención Primaria**, seguida por **Atención Hospitalaria** (17,9 por ciento), **Urgencias Hospitalarias** (9,5 por ciento) y las **Urgencias de Atención Primaria** (8,2 por ciento).
Más del 75 por ciento de las víctimas son mujeres, y los profesionales más afectados son los médicos (33,19 por ciento) y las enfermeras (26,68 por ciento), seguidos por administrativos (14,1 por ciento) y celadores (3,99 por ciento).
El 84 por ciento de las agresiones son **verbales o amenazas**, mientras que el 16 por ciento son físicas. En 2024 se registraron **406 denuncias**, con un aumento de amenazas y una leve reducción de las agresiones físicas.