MADRID, 30 Mar. –
La vitamina D es esencial para preservar nuestra salud, desempeñando un papel crucial en el mantenimiento de huesos y dientes fuertes al facilitar la absorción de calcio, así como en el proceso de osteogénesis (formación de huesos). Además, para la piel, la vitamina D juega un rol en la regeneración celular y puede ayudar a moderar ciertas reacciones inflamatorias.
El principal inconveniente es que la radiación UVB del sol activa en la piel el precursor de la vitamina D, convirtiéndolo en su forma activa. «Este proceso es más efectivo que obtenerla a través de la dieta y garantiza niveles adecuados para diversas funciones del organismo», señala el doctor Luis Tejedor, jefe del Servicio de Medicina Interna y Geriatría del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria.
Actualmente, el doctor Tejedor recuerda que los principales riesgos de la exposición solar sin protección se encuentran en la radiación ultravioleta, la cual daña el ADN de las células de la piel, acelera el envejecimiento cutáneo y provoca manchas. Lo más alarmante es que, según su opinión, «aumenta el riesgo de cáncer de piel, especialmente melanoma y carcinoma escamoso».
Por ello, es fundamental encontrar un equilibrio en la exposición solar, ya que excederse o hacerlo incorrectamente puede poner en peligro nuestra salud cutánea.
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) advierte que «el daño en la piel por la radiación ultravioleta se acumula a lo largo de la vida,» por lo que evitar una exposición solar excesiva es crucial. Además, esta institución estima que en 2040 el melanoma, el cáncer de piel más agresivo y con peor pronóstico, se convertirá en el segundo tumor más común a nivel global.
EL TIEMPO MÁXIMO DE EXPOSICIÓN SOLAR PARA LA VITAMINA D
¿Cómo lograr ese equilibrio? ¿Cuánto tiempo se necesita de exposición solar para obtener suficiente vitamina D sin poner en riesgo la piel? El doctor Tejedor considera que para adultos sanos se requieren entre 10 y 20 minutos de sol directo en brazos y piernas, alrededor de 3 veces por semana, evitando las horas centrales (entre las 12 y las 16 horas), y luego aplicar un protector solar para prevenir quemaduras.
«Con ello equilibramos la producción de vitamina D y la fotoprotección, siendo esencial proteger el rostro y las zonas más sensibles. Esto suele ser suficiente para estimular la síntesis y sin incrementar el riesgo de quemaduras solares», asegura el jefe del Servicio de Medicina Interna y Geriatría.
La vitamina D también se encuentra en alimentos como pescados grasos, huevos y lácteos enriquecidos, aunque normalmente proporcionan cantidades limitadas. Por lo tanto, el doctor Tejedor recomienda que, en personas con escasa o nula exposición solar, los suplementos prescritos por un médico son útiles para mantener niveles adecuados de esta vital vitamina, apoyando la salud ósea y el sistema inmunológico.
QUÉ INFLUYE EN LA PRODUCCIÓN DE VITAMINA D A TRAVÉS DEL SOL
El doctor Tejedor menciona que entre los principales factores que influyen en la producción de vitamina D a través de la exposición solar están la melanina (color de la piel), que modula la penetración de los rayos UVB; además de otros factores como vivir lejos del ecuador, el invierno, la contaminación, y el uso de protectores solares, que «reducen en mayor o menor medida la conversión cutánea de vitamina D». Por lo tanto, «cada persona puede requerir ajustes en el tiempo de exposición solar».
También recuerda que las personas con piel más oscura necesitan más exposición solar para producir la misma cantidad de vitamina D porque la melanina actúa como un «escudo natural» que filtra los rayos UVB. «Por lo tanto, pueden requerir más minutos de exposición para alcanzar una producción de vitamina D similar a quienes tienen piel más clara», añade el especialista.
En cuanto a la variación en la producción de vitamina D según la edad y su impacto en la salud ósea y el sistema inmunológico, el doctor Tejedor menciona que con el envejecimiento la piel pierde parte de su capacidad para generar vitamina D y que el cuerpo puede absorber peor el calcio: «Esto afecta a la fortaleza ósea, favoreciendo la osteoporosis, y puede disminuir la capacidad de defensa ante infecciones; de ahí la importancia de monitorear los niveles de vitamina D en personas mayores».
Por último, el doctor Tejedor enfatiza la importancia de utilizar protector solar al beneficiarnos de la síntesis de vitamina D mediante la exposición solar. Asegura que la protección solar «no la bloquea completamente», sino que reduce la penetración de los rayos UVB: «Aún usando un filtro solar adecuado, la piel continúa produciendo vitamina D, aunque a un ritmo más lento; es por eso que se recomienda encontrar un equilibrio entre la fotoprotección y la exposición controlada».