
MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) –
Una **investigación** llevada a cabo por un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) sugiere que el **receptor activador NKG2C** podría ser un biomarcador predictivo clave para identificar a los pacientes que se beneficiarían más de la **inmunoterapia** contra el glioblastoma, uno de los tumores cerebrales más comunes y con uno de los peores pronósticos.
Este estudio, liderado por Pilar Sánchez Gómez, de la Unidad Funcional de Investigación en Enfermedades Crónicas (UFIEC) del ISCIII, ha sido publicado en la revista ‘Journal for Immunotherapy of Cancer’ y ha contado con la financiación del ISCIII, así como con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Los **glioblastomas** son tumores cerebrales agresivos para los que todavía no hay tratamientos efectivos. Estos cánceres, que suelen ser resistentes a los tratamientos disponibles, dificultan el pronóstico para los pacientes, quienes generalmente reciben cirugía, radioterapia y quimioterapia, lo que se traduce en una esperanza de vida reducida. Para más información sobre el glioblastoma, visite National Cancer Institute – Glioblastoma.
Uno de los enfoques más significativos en la investigación actual es analizar el **microambiente tumoral**, que abarca el entorno celular y tisular que rodea al tumor y que influye en su desarrollo. En este sentido, destacan que «la búsqueda de nuevas estrategias, como las **inmunoterapias**, que han tenido un notable éxito en otros tipos de cáncer, es esencial». Para aprender más sobre inmunoterapia, consulte Inmunoterapia – National Cancer Institute.
En esta línea, el equipo de la UFIEC del ISCIII ha concentrado su estudio en las células **natural killer** (NK), un tipo de linfocito fundamental en la defensa del sistema inmunitario. Gracias a la experiencia bioinformática de la primera autora, la doctora Olaya de Dios, y a la colaboración con el Hospital 12 de Octubre, se ha observado que ciertos glioblastomas presentan alta expresión del receptor activador NKG2C, asociado al gen KLRC2, en sus células tumorales.
Este descubrimiento es crucial, ya que sugiere que la presencia de NKG2C en las células tumorales podría resultar en una mejor respuesta de estos glioblastomas a **inmunoterapias** basadas en inhibidores de puntos de control inmunitario, tales como los anticuerpos monoclonales PD-1. Así, el ISCIII ha demostrado que la expresión de NKG2C se relaciona con una disminución en el número de células inmunitarias supresoras mieloides y con un incremento de linfocitos en el tumor.
Además, se ha corroborado, tanto en modelos animales como en pacientes, una mayor actividad antitumoral tras el tratamiento con anticuerpos monoclonales PD-1 en los glioblastomas que presentan mayor expresión de NKG2C. Este hallazgo abre la posibilidad de utilizar NKG2C como un **biomarcador predictivo**, facilitando la identificación de pacientes que podrían beneficiarse más de la **inmunoterapia**, optimizando así los tratamientos y mejorando las perspectivas para quienes padecen este tipo de tumores.



