El aliado natural en la lucha contra el envejecimiento y las enfermedades crónicas.

El aliado natural en la lucha contra el envejecimiento y las enfermedades crónicas.

   MADRID, 7 de mayo –

   Los ácidos grasos Omega-3 son un tipo de lípido poliinsaturado esencial para el funcionamiento óptimo del organismo. Se les llama «esenciales» porque el cuerpo no puede producirlos por sí mismo en cantidades suficientes, lo que implica que deben ser adquiridos a través de la dieta o suplementos.

   Así lo expone el catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Murcia, Gaspar Ros Berruezo, quien además menciona que existen diversos tipos de ácidos omega-3, siendo los más relevantes:

Ácido alfa-linolénico (ALA): presente principalmente en fuentes vegetales como semillas de lino, chía, nueces y aceites vegetales (como el aceite de canola o soja); puede ser convertido en el organismo en otros tipos de omega-3, aunque este proceso es poco eficiente; es crucial para la salud del corazón y tiene limitaciones en su conversión a EPA y DHA.

Ácido eicosapentaenoico (EPA): hallado en aceites de pescado y mariscos; se relaciona con varios beneficios para la salud, especialmente con la reducción de la inflamación y la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Ácido docosahexaenoico (DHA): también se encuentra en pescados y mariscos; es de particular importancia para el desarrollo cognitivo (cerebro) y visual (ojos), ya que es un componente esencial de las membranas celulares en esos órganos; resulta especialmente importante durante el desarrollo fetal y en la primera infancia.

«Son nutrientes esenciales que inciden en múltiples aspectos de nuestra salud. Son fundamentales para la función cerebral, la salud cardiovascular, el control de la inflamación, y la prevención de enfermedades crónicas. Su ingesta adecuada es crucial durante toda la vida, desde la niñez hasta la vejez, y puede tener efectos protectores contra diversas patologías, mejorando la calidad de vida y la longevidad», subraya este experto.

CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE SU INGESTA

    Ros Berruezo enfatiza que la ingesta de ácidos grasos omega-3 genera un «impacto positivo» en diferentes áreas de la salud, tales como el sistema cardiovascular, la función cerebral, la salud ocular, el control de la inflamación, la salud metabólica y la salud de la piel.

Asimismo, sostiene que su consumo regular, especialmente a través de fuentes como pescados grasos, nueces, semillas y aceites vegetales, es clave para mantener un bienestar óptimo y prevenir múltiples enfermedades crónicas.

    Tal como describe este catedrático, los principales beneficios de los ácidos omega-3 abarcan:

1. SALUD CARDIOVASCULAR

   Reducción de la inflamación: Con efectos antiinflamatorios que ayudan a disminuir la inflamación en el cuerpo, lo cual es esencial para prevenir enfermedades cardiovasculares. Reducción de triglicéridos, lo que contribuye a prevenir la acumulación de grasa en las arterias. Disminución de la presión arterial en personas hipertensas, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.

Prevención de arritmias: puede disminuir la frecuencia de arritmias cardíacas, reduciendo el riesgo de paro cardíaco súbito.

Prevención de enfermedades coronarias: Un consumo regular de omega-3 puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares mediante la mejora de la circulación y la disminución del riesgo de coagulación excesiva.

2. SALUD CEREBRAL Y COGNITIVA

   Mejora del desarrollo cerebral: Durante el embarazo y la lactancia, los ácidos grasos omega-3, especialmente el DHA, son esenciales para el desarrollo del cerebro del feto y de los niños pequeños.

Prevención del deterioro cognitivo: En adultos mayores, se ha relacionado el DHA con la prevención del deterioro cognitivo y con la disminución del riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.

Mejora de la memoria y de la concentración: Los omega-3 están asociados con la mejora de la memoria, la concentración y otras funciones cognitivas.

Reducción de la depresión y la ansiedad: Se ha demostrado que los omega-3, especialmente el EPA, pueden tener efectos positivos en el tratamiento de la depresión y los trastornos de ansiedad.

3. SALUD OCULAR

   Prevención de la degeneración macular: El DHA es un componente clave en la retina del ojo y su consumo regular se ha demostrado que ayuda a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), una de las principales causas de ceguera en personas mayores.

Protección contra el síndrome del ojo seco: Los omega-3 tienen efectos protectores sobre la salud ocular, aliviando los síntomas del síndrome del ojo seco.

4. CONTROL DE LA INFLAMACIÓN

   Reducción de la inflamación crónica: Potentes moduladores de la inflamación, lo que los convierte en aliados en el tratamiento de enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y el lupus.

Prevención de enfermedades autoinmunes: Al disminuir la inflamación, los omega-3 desempeñan un papel en la prevención de enfermedades autoinmunes al regular las respuestas inmunológicas del organismo.

5. SALUD METABÓLICA

   Mejora de los niveles de colesterol: Ayudan a mejorar los niveles de colesterol al aumentar el colesterol HDL (‘colesterol bueno’) y disminuir los niveles de triglicéridos. Control de la glucosa: Algunos estudios han sugerido que los omega-3 pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de glucosa en sangre, beneficiando a quienes padecen diabetes tipo 2.

Reducción del riesgo de síndrome metabólico: El consumo de omega-3 puede disminuir la incidencia de factores de riesgo del síndrome metabólico, como la obesidad, la hipertensión y los niveles elevados de glucosa.

6. BENEFICIOS EN LA PIEL

   Protección contra daños solares: Ayudan a proteger la piel de los daños causados por la radiación ultravioleta (UV), lo que puede menguar el riesgo de quemaduras solares y envejecimiento prematuro.

Reducción de los síntomas de enfermedades de la piel: También pueden ser útiles en el tratamiento de patologías dérmicas como la psoriasis y el eczema, al disminuir la inflamación asociada a estas condiciones.

PRINCIPALES FUENTES DE OMEGA-3

   Ros Berruezo sostiene que la mejor fuente de omega-3 proviene de pescados grasos como el salmón, las sardinas, la caballa, el arenque, la trucha y el atún, así como de otros mariscos. También se obtienen de fuentes vegetales, como semillas de cáñamo, chía y lino; frutos secos como las nueces; aceite de linaza; aceite de canola; aceite de soja; algas marinas y aceites de algas.

   Así mismo, menciona productos fortificados con omega-3 para mejorar su perfil nutricional, como huevos, leche, yogur y jugo de naranja enriquecido. También refiere a verduras de hoja verde como las espinacas, la col rizada (kale) y la acelga.

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