El cáncer de próstata con mutaciones en los genes BRCA1 y/o BRCA2 presenta un pronóstico más agresivo.

El cáncer de próstata con mutaciones en los genes BRCA1 y/o BRCA2 presenta un pronóstico más agresivo.

MADRID 2 Jun. –

Un nuevo estudio liderado por el Hospital Universitario 12 de Octubre de la Comunidad de Madrid ha demostrado que **el cáncer de próstata** con mutaciones en los genes BRCA1 y/o BRCA2 -genes BRCA- tiene un pronóstico agresivo, independientemente de las metástasis que presente.

Hasta ahora, el tratamiento que se administra al paciente, hormonas y/o quimioterapia, depende en gran medida del volumen de metástasis. Este trabajo también demuestra que la terapia estándar es insuficiente, por lo que son necesarias nuevas alternativas terapéuticas y que, dado el impacto de las alteraciones genéticas en el pronóstico, es necesario el cribado de estas alteraciones moleculares desde el momento del diagnóstico.

El estudio ‘CAPTURE’ fue presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) y sus resultados publicados en la revista ‘Annals of Oncology’. ‘CAPTURE’ analizó un conjunto de genes, incluidos los genes BRCA, en 556 pacientes con enfermedad metastásica de inicio, tratados entre 2018 y 2023 en centros españoles, portugueses e italianos. Sus conclusiones demuestran que la presencia de alteraciones en los genes BRCA empeora significativamente el pronóstico, independientemente del volumen de la enfermedad o del tratamiento.

Estos hallazgos subrayan la importancia de integrar la biología tumoral para una personalización del riesgo y para el diseño de estrategias iniciales de tratamiento para cada paciente.

David Olmos, oncólogo del Hospital 12 de Octubre y responsable del Grupo Genómica y Terapéutica en Cáncer de Próstata del Instituto de Investigación i+12, enfatiza que «la alteración genética es más importante que cualquier otro factor pronóstico, lo que resalta la necesidad de pruebas genéticas para evaluar la biología tumoral subyacente, más allá de los factores de riesgo tradicionales basados en la carga tumoral».

El estudio concluye que estos hallazgos «resaltan la importancia de integrar el cribado temprano de estas mutaciones en la práctica clínica, es decir, que hay que hacer el análisis molecular desde el momento del diagnóstico, sin esperar a que los tumores se vuelvan resistentes al tratamiento», indica Olmos.

SOBRE EL CÁNCER DE PRÓSTATA AVANZADO

Los autores apuntan que durante la última década, el tratamiento de **cáncer de próstata avanzado** ha cambiado drásticamente. Aunque la reducción o bloqueo de la acción de hormonas masculinas, como la testosterona -que pueden alimentar el crecimiento del cáncer-, permanece como el tratamiento fundamental, varias estrategias combinadas con nuevos fármacos hormonales y/o quimioterápicos han demostrado mejorar los resultados.

Con múltiples opciones disponibles, la evaluación pronóstica es crucial para respaldar las decisiones de tratamiento, más allá de la carga tumoral y el momento de la enfermedad metastásica, que son utilizados en la práctica diaria actual. Sin embargo, las implicaciones pronósticas y terapéuticas de las frecuentes alteraciones en los genes aún no se han establecido completamente.

Los autores aseguran que ‘CAPTURE’ aporta información crucial en este campo. Además, los resultados del trabajo, que enfatizan la necesidad de una alternativa terapéutica para los pacientes de cáncer de próstata con alteraciones en los genes BRCA, respaldan los hallazgos preliminares del estudio ‘AMPLITUDE’, un ensayo clínico internacional que evalúa la eficacia de un nuevo fármaco, niraparib, presentado también en ASCO y en el que participó el Hospital 12 de Octubre.

UN FÁRMACO QUE REVIERTE LA AGRESIVIDAD DEL TUMOR

Niraparib es un inhibidor de la PARP, una enzima que ayuda a reparar el daño del ADN en las células. Al inhibir la PARP, estos medicamentos pueden evitar que las células cancerosas reparen el daño en su ADN, lo que puede llevar a su muerte y la destrucción del tumor. El ensayo clínico ‘AMPLITUDE’ demuestra que su combinación con la terapia hormonal usando abiraterona anula la agresividad provocada por las alteraciones BRCA1 y BRCA2, revirtiendo el mal pronóstico de estos tumores en comparación con el tratamiento estándar.

La doctora Elena Castro, oncóloga del Hospital 12 de Octubre y colíder del estudio ‘CAPTURE’, explica que para evaluar el beneficio del uso de niraparib, ha sido fundamental entender previamente cómo la alteración BRCA puede influir en el pronóstico de pacientes con bajo y alto volumen de enfermedad tratados convencionalmente.

«Conocer la existencia de estas alteraciones y la evolución del tumor es esencial para ofrecer al paciente la mejor terapia posible y revertir la agresividad del tumor. Nuestros datos sugieren que el valor pronóstico de estas alteraciones sería más importante en esta fase inicial de la enfermedad que en etapas posteriores, cuando los tumores suelen adquirir otras alteraciones. De este modo, es posible que el beneficio para los pacientes sea mayor al usar niraparib en etapas iniciales que una vez que el tumor se vuelve resistente a la supresión hormonal», concluye Castro.

En esta investigación participa IBIMA, entidad gestora del proyecto ‘CAPTURE’, que ha sido financiada por la farmacéutica JANSSEN y la Fundación CRIS contra el Cáncer.

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