MADRID 16 Ene. –
La Mesa del Congreso ha decidido dejar pendiente este jueves su pronunciamiento sobre la iniciativa de Junts, que solicita al presidente Pedro Sánchez someterse a una cuestión de confianza. PSOE y Sumar se oponen a su tramitación argumentando que este mecanismo es una prerrogativa exclusiva del jefe del Gobierno. Sin embargo, hay un precedente de 1995 en el que se permitió debatir y votar sobre otra proposición no de ley que solicitaba la convocatoria de elecciones generales, a pesar de ser también competencia exclusiva del presidente.
En su informe de diciembre, los letrados del Congreso no encontraron dificultades para tramitar la propuesta de Junts, puesto que estas iniciativas parlamentarias no legislativas no tienen efectos jurídicos ni son de obligado cumplimiento para el Gobierno, cuyo presidente es efectivamente el único que puede activar la cuestión de confianza.
Para justificar un posible veto a la iniciativa de Junts, el PSOE ha enfatizado que la cuestión de confianza es una prerrogativa del presidente del Gobierno, tal como establece la Constitución, y que no se puede imponer desde fuera.
No obstante, sí existe un precedente en el que la Mesa del Congreso tramitó una proposición no de ley de la oposición que instaba al jefe del Ejecutivo a ejercer otra de sus competencias exclusivas: disolver las Cortes y convocar elecciones.
PROPUESTA DE CC ANTE UN GOBIERNO ACOSADO POR CORRUPCIÓN
Este hecho ocurrió en otoño de 1995, durante el mandato de Felipe González, con una Mesa del Congreso integrada por PSOE, PP, CiU y PNV, donde los nacionalistas, al igual que ahora Sumar, eran clave para la mayoría socialista.
La iniciativa fue presentada por Coalición Canaria (CC) en un contexto de debilidad parlamentaria del Gobierno socialista debido a escándalos de corrupción. Era tan breve como la actual propuesta de Junts: «El Congreso insta al presidente del Gobierno a que, ante la grave crisis política, haga uso de sus prerrogativas constitucionales y convoque elecciones generales de manera urgente».
Al igual que en el caso de Junts, se trataba de una invitación al Gobierno a que utilizara una de sus prerrogativas, aunque seguía siendo una iniciativa de control parlamentario cuya aprobación no garantizaba la ejecución del procedimiento constitucional.
HUBO DEBATE PERO SE DEJÓ PASAR
Hace 30 años, aquella proposición no de ley recibió el respaldo de la Mesa del Congreso presidida por Félix Pons, de PSOE. Como recordó recientemente el diario canario La Provincia, hubo debate en el seno del órgano de gobierno de la Cámara.
No solo fue tramitada, sino que también se debatió en el Pleno del Congreso y se votó. Además, ante la debilidad del Gobierno socialista, la propuesta de CC estuvo cerca de salir adelante, pero el entonces líder del PSOE la desactivó al anunciar su intención de adelantar las elecciones a marzo de 1996, lo que llevó a los nacionalistas a conformarse y a rechazar la PNL de CC.
En años recientes, la Mesa del Congreso también ha dejado pasar iniciativas sobre asuntos que son competencia exclusiva de Moncloa, como las que instan al Gobierno a convocar el Debate del Estado de la Nación. Sin embargo, en el caso de la propuesta de Junts, la intención de los partidos del Gobierno es detener su avance.