MADRID 11 Mar. –
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el proyecto de Ley de prevención del consumo de bebida alcohólicas y sus efectos en los menores de edad, un texto que incluye, entre otras medidas, que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad puedan realizar pruebas de alcoholemia a menores y mayores de edad en lugares y circunstancias específicas donde el consumo de alcohol esté prohibido, como colegios e institutos.
Así, los agentes de Policía y Guardia Civil realizarán pruebas no invasivas como el etilómetro, las cuales podrán ser repetidas a solicitud de la persona afectada. Respecto a las sanciones, la multa impuesta a los menores de edad por infracciones leves relacionadas con el consumo de alcohol podrá ser suspendida a cambio de la participación en programas preventivos de sensibilización y concienciación o rehabilitadores según el caso.
Esta es una de las medidas de este proyecto, que fue presentado el 30 de julio al Consejo de Ministros, elevado a audiencia e información pública en agosto y que ahora ha sido aprobado por el Consejo. El texto, que ahora seguirá su trámite parlamentario, surge de las recomendaciones de la Ponencia ‘Menores sin alcohol’ de la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas y tiene como objetivo prevenir el consumo de alcohol, retrasar la edad de inicio y reducir los episodios de consumo intensivo en este grupo vulnerable.
«Esta es una ley pionera que armoniza todas las leyes que teníamos a lo largo de nuestro territorio, leyes de las comunidades o leyes incluso municipales que abordaban este problema. Armoniza todas las medidas que ya estaban en marcha y añade unas nuevas», ha declarado la ministra de Sanidad, Mónica García, durante su intervención en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Además, el proyecto de Ley prohíbe el consumo de alcohol en centros de educación infantil, primaria, secundaria, bachillerato, formación profesional y enseñanzas elementales artísticas, aunque sí estará permitido en universidades. También se restringe el consumo en centros de protección de menores y residencias de estudiantes que admitan a personas menores de edad.
El alcohol estará prohibido en centros deportivos, de ocio o espacios dedicados a espectáculos públicos cuando haya sesiones diseñadas específicamente para personas menores de edad.
«No existe una cantidad segura de alcohol de cualquier tipo que no implique un impacto negativo en la salud. Debemos desterrar de nuestro imaginario esa idea arraigada y anticientífica que dice que puede haber beneficios en la salud con el consumo moderado», ha afirmado García.
PROHIBIDA LA PUBLICIDAD A MENOS DE 150 METROS DE CENTROS EDUCATIVOS
El texto también establece la prohibición del emplazamiento de publicidad de bebidas alcohólicas en la vía pública en un radio de 150 metros de centros educativos, sanitarios, de servicios sociales y sociosanitarios, así como de parques y lugares de ocio infantil.
Esta medida entrará en vigor un año después de la publicación de la ley, sin afectar a situaciones existentes antes de ello. «Debemos señalar que las bebidas fermentadas que contengan menos de un 0,5% de alcohol estarán permitidas», ha indicado García.
Además, se prohíbe cualquier forma directa, indirecta o encubierta de publicidad de bebidas alcohólicas, incluyendo el nombre comercial, la denominación social, símbolos o marcas comerciales dirigidas a personas menores de edad.
No se podrá utilizar en la publicidad a personas menores de 21 años, ni a mayores de edad que se presenten caracterizados como menores. Asimismo, está prohibido incluir personajes cuya relevancia esté vinculada a la población menor de edad, mujeres embarazadas, aunque hayan consentido, y la imagen de un feto.
Al ser preguntada sobre si han mantenido reuniones con representantes del sector para consensuar la ley, García ha asegurado que han conversado «con todo el mundo», aunque destacó que la ley tiene un eje fundamental: «la protección de los entornos de los menores y de los adolescentes».
LIMITACIÓN DE APERTURA DE NUEVOS ESTABLECIMIENTOS
El proyecto de Ley permite a las Administraciones públicas en materia de planificación urbanística valorar la limitación de apertura de nuevos establecimientos para prevenir el consumo de alcohol en menores de edad.
«Se considerará la concentración de puntos de venta de bebidas en las cercanías de centros educativos, de protección social de menores o establecimientos destinados a espectáculos o actividades recreativas públicas para menores», establece el proyecto.
Además, el suministro automático de bebidas alcohólicas requerirá que las máquinas de dispensación incorporen mecanismos técnicos «eficaces, con vigilancia y custodia directa» para impedir su adquisición por menores. Dichas máquinas no podrán estar ubicadas en la vía pública ni en lugares donde se prohíba la venta o consumo de bebidas alcohólicas.
En el caso de los establecimientos de autoservicio, deberán limitar un espacio específico para las bebidas alcohólicas, separado de los productos destinados a menores.
Asimismo, los establecimientos dedicados mayoritariamente a la venta de productos para menores no podrán vender bebidas alcohólicas ni exhibir productos que las imiten.
REGISTRADO EN LA HISTORIA CLÍNICA
El texto también permite desarrollar protocolos para detectar el consumo de alcohol en menores y facilitar la inclusión de registros de consumo en la historia clínica. Si un menor de 16 años es atendido por intoxicación etílica en urgencias, se llevará a cabo una evaluación integral que involucre a sus padres.
Además, el proyecto promoverá la inclusión de contenidos sobre prevención del consumo de alcohol en la educación primaria, secundaria, formación profesional, bachillerato y planes de estudios universitarios y de formación del profesorado.
También se implementarán programas para concienciar a las familias sobre los riesgos del alcohol y proporcionarles herramientas para prevenir su consumo en menores.
