MADRID, 10 de mayo.
Con la llegada del buen tiempo y de la primavera, nos exponemos más al sol, un fenómeno que puede ser beneficioso para nuestra salud general, aunque siempre con moderación; sin embargo, puede ser peligroso para algunos pacientes de enfermedades autoinmunes.
Específicamente, el doctor Tarek Carlos Salman, reumatólogo y portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER), destaca que las enfermedades autoinmunes fotosensibles incluyen el lupus, tanto el sistémico (LES) como el cutáneo (LEC), y la dermatomiositis, una enfermedad autoinmune rara que afecta principalmente a la piel y el tejido muscular de tipo estriado.
En este sentido, la SER detalla que el lupus es una enfermedad crónica que puede afectar cualquier órgano o sistema, caracterizada por un conjunto complejo de manifestaciones asociadas a la presencia de autoanticuerpos. Su causa es desconocida, pero se clasifica como una ‘enfermedad autoinmune’.
Por su parte, el lupus cutáneo (LEC) puede manifestarse de forma aislada o asociado al lupus eritematoso sistémico (LES), y también es una enfermedad autoinmune que presenta un espectro heterogéneo de manifestaciones clínicas y cutáneas. Se clasifican 3 categorías de LEC: LEC Agudo (LECA), LEC Subagudo (LECS) y LEC Crónico (LECC), siendo esta última la más diversa.
MECANISMOS INMUNOLÓGICOS SE ACTIVAN CON LOS RAYOS DEL SOL
En el caso del lupus, el portavoz de la SER explica que hay una serie de mecanismos inmunológicos que se activan con la radiación ultravioleta, lo que puede agravar la enfermedad. La radiación ultravioleta (RUV) puede causar brotes en pacientes con LES y se sugiere que podría inducir el desarrollo de la enfermedad, afectando su patogenia.
“Los efectos de la radiación solar que causan daño tisular provienen de la transferencia de energía de la RUV a moléculas biopoliméricas, como el ADN y los péptidos, lo que genera radicales libres. La radiación solar también desactiva temporalmente la función de las células de Langerhans como presentadoras de antígenos”, subraya el doctor Salman, coordinador de la Unidad Funcional de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas del Hospital del Mar de Barcelona y profesor asociado en la Universidad Pompeu Fabra.
El daño epidérmico en el lupus se produce a través de diversos mecanismos, ya que las radiaciones ultravioleta promueven la formación de especies reactivas de oxígeno, causando daño oxidativo a las células.
TAMBIÉN PUEDE DARSE UNA AFECTACIÓN SISTÉMICA
Además, destaca que cualquier tipo de lesión tras la fotoexposición puede señalar un posible brote de LES. Sin embargo, aclara que no solo la fotoexposición provoca brotes cutáneos: “Aunque menos estudiado, la fotoexposición también puede desencadenar brotes sistémicos, como síntomas de fatiga o artralgia (dolor agudo en articulaciones)”.
Aunque hay poca literatura que respalde esta idea, algunos artículos, como el de L M Vilá y colaboradores (PubMed), indican que los pacientes que usaban protector solar con regularidad tenían una afectación renal significativamente menor (13,3% frente a 43,3%).
“El estudio concluye que el uso de fotoprotección con protector solar se asocia con un mejor resultado clínico en pacientes con LES”, resalta el reumatólogo Salman.
Por ello, subraya que, al identificar un brote de LES, es crucial iniciar el tratamiento lo más pronto posible para evitar que progrese: “No solo la fotoexposición causa brotes; también lo hacen el estrés emocional y físico, los cambios hormonales y las infecciones víricas. Todas estas situaciones deben hacer que los pacientes estén alerta.”
La manera de proceder, según destaca, es la misma en todas las situaciones: ante la aparición de síntomas leves tras situaciones estresantes, como fatiga, artralgia, lesiones cutáneas o febrícula, el paciente debe contactar con su médico o acudir a urgencias para evitar que estos síntomas se agraven.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
En este contexto, el representante de la SER enfatiza que en primavera y verano, cuando es habitual una mayor exposición solar, los reumatólogos deben prescribir no solo medicamentos, sino también fotoprotección. “La fotoprotección previene brotes de LEC y LES, aunque puede provocar insuficiencia de vitamina D, asociada a mala salud ósea, fatiga y mayor actividad en pacientes con LES. Por ello, es importante suplementar con vitamina D correctamente”, añade.
Asimismo, recuerda algunos consejos proporcionados por la Sociedad Española de Reumatología para pacientes con lupus en esta época del año:
- Uso de sombrero o gorra.
- Uso de gafas de sol.
- Uso de camisetas frescas que protejan extremidades y zona del escote si se está al aire libre.
- Aplicar crema solar con protección 50+ en áreas expuestas, cada dos horas, incluyendo cuello y orejas.
- Abundante consumo de líquidos, preferiblemente agua sin azúcar.
- Regular el consumo de alcohol.
- Aumentar el consumo de frutas ricas en agua.
- Limitar el tiempo de exposición y evitar las horas de mayor incidencia solar.
- Evitar las cámaras de bronceado.
- Consultar con el reumatólogo si algún medicamento puede tener efectos adversos debido a la exposición solar.