El virus del beso: ¿Por qué está presente en el 90% de la población?

El virus del beso: ¿Por qué está presente en el 90% de la población?

   MADRID, 23 Mar. –

   El virus de Epstein-Barr (EBV) es un herpes virus que presenta una alta prevalencia en la población mundial. Aproximadamente un 90-95% de las personas están infectadas con este virus, cuyo único reservorio son los humanos. Quizás te resulte familiar que es el principal causante de la mononucleosis infecciosa, conocida como ‘la enfermedad del beso’, aunque en la gran mayoría de las ocasiones la infección pasa desapercibida.

   En una entrevista, el doctor Felipe Franco Burbano, coordinador de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario de Madrid, explica que este virus es denominado ‘maestro del engaño’ debido a su «gran capacidad para evadir o engañar al sistema inmunológico», manteniéndose «dormido» o latente en el organismo durante toda la vida sin ser eliminado.

   La doctora Gema Fernández Rivas, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), señala en otra entrevista que el virus Epstein-Barr (VEB) se transmite a través de los fluidos corporales, principalmente la saliva.

   Además, se le conoce como ‘maestro del engaño’ por su capacidad de producir síntomas inespecíficos, que pueden estar relacionados con otras infecciones virales. «Principalmente, se destaca su habilidad para manipular el sistema inmunitario y permanecer latente de por vida en las personas infectadas», enfatiza.

   Según esta experta, la latencia es una de las características «esenciales» y «más importantes» del EBV: «Durante la latencia, el virus no se replica, lo que significa que no se multiplica. No solo infecta, sino que permanece con nosotros de por vida, afectando a los linfocitos tipo B. Este es un mecanismo común entre ciertos virus. El fenómeno de latencia se observa también en otros virus de la misma familia, como el citomegalovirus (CMV) y el virus varicela-zoster.»

EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS, EL EBV NO CAUSA SÍNTOMAS GRAVES

   Al consultar a los expertos por qué algunas personas desarrollan complicaciones y otras no tras la infección, el doctor Franco Burbano sugiere que esto depende de la robustez del sistema inmunológico del individuo. «Factores como la genética familiar y la presencia de otras enfermedades pueden influir en la gravedad de la infección

   El doctor resalta que algunas personas enfrentarán complicaciones debido a que su sistema inmunológico no logra controlar adecuadamente al virus, lo que podría resultar en infecciones persistentes o reactivaciones. «En individuos con inmunodeficiencias, como pacientes trasplantados o aquellos con VIH, el EBV puede provocar enfermedades graves como linfomas o infecciones sistémicas«, advierte.

   Mientras tanto, la doctora Gema Fernández Rivas subraya que un 90-95% de la población mundial está infectada por este virus sin presentar consecuencias clínicas: «En la mayoría de los casos, el VEB no ocasiona síntomas si es la primera vez que se entra en contacto con el virus, un fenómeno conocido como ‘primoinfección’.»

   Resalta que si la *primoinfección* ocurre durante la infancia, suele ser asintomática. Sin embargo, si se produce en etapas más avanzadas, como la adolescencia o en adultos jóvenes, puede desencadenar un cuadro de mononucleosis infecciosa caracterizado por fatiga, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y hepatomegalia.

   «Estos síntomas generalmente desaparecen unas semanas después de la infección», añade la experta, enfatizando que «esta infección persiste de por vida», lo que permite que el virus se reactive y se multiplique nuevamente. «Si el sistema inmune se debilita por algún motivo, el VEB puede causar síntomas más severos», advierte.

CÓMO LOGRA EBV PERMANECER LATENTE

   Por otro lado, la especialista indica que el virus consigue permanecer latente durante años sin dar señales gracias a diferentes estrategias, como inducir la multiplicación de las células que lo albergan o modificar su metabolismo. «Una vez que se ha instalado en nuestras células, el virus deja de expresar proteínas que podrían delatar su presencia y escapa al sistema inmunológico, evitando ser reconocido y eliminado», explica.

   El doctor Franco acota que el EBV es un «virus persistente» que, tras la infección inicial, se oculta en los linfocitos B, entrando en un estado de latencia donde su actividad es mínima, lo que le permite coexistir en el cuerpo sin provocar una respuesta inmune intensa.

   Entre las estrategias que utiliza el virus, menciona la manipulación de los linfocitos B, lo que le permite ocultarse y replicarse cuando las condiciones son propicias, así como la producción de proteínas inmunomoduladoras que interfieren con la activación de células T, cruciales para eliminar células infectadas.

¿SE PUEDE DETECTAR LA LATENCIA?

   Finalmente, consultamos a la experta de la SEIMC sobre cómo se puede identificar si una persona está infectada por el virus de Epstein-Barr. Ella menciona que esto se lleva a cabo a través de un análisis de proteínas que nuestro sistema inmune sintetiza como respuesta a la infección.

   «Estas proteínas se conocen como anticuerpos. Aunque existen diversos tipos, para el estudio de enfermedades infecciosas analizamos principalmente anticuerpos de tipo IgM y anticuerpos de tipo IgG», concluye.

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