Elecciones en Canadá: Los liberales lideran en medio de la sombra de Donald Trump

Elecciones en Canadá: Los liberales lideran en medio de la sombra de Donald Trump


Los conservadores han perdido en unos meses el capital político logrado con el descontento general hacia Justin Trudeau.

MADRID, 27 Abr. –

Canadá celebra este lunes unas elecciones marcadas por la caída del primer ministro Justin Trudeau, pero especialmente por la hostilidad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha hablado en varias ocasiones de convertir a su vecino del norte en el estado número 51, rompiendo así con décadas de relaciones cordiales entre dos colosos del continente.

El abrupto regreso de Trump a la Casa Blanca con constantes ataques a Trudeau y la soberanía de Canadá, sumado a la imposición indiscriminada de aranceles, ha enrarecido las relaciones con los canadienses, quienes ya la semana pasada acudieron en masa a votar de manera anticipada, batiendo los registros de 2021.

Más de siete millones de personas han votado de manera anticipada, un 25 por ciento más que en las pasadas elecciones, con el voto por correo también en cifras mejores. Un entusiasmo por las urnas que el primer ministro Mark Carney intentará capitalizar después de asumir el cargo en marzo, dos meses después de que Trudeau dejara a los liberales contra las cuerdas.

El principal escollo lo representa el líder conservador, Pierre Poilievre, un viejo conocido de la clase política canadiense, en comparación con la corta carrera de Carney en estas lides. Sin embargo, ha ido menguando el capital político que un día le puso claramente al frente de las encuestas, cuando se rumoreaba la salida de un Trudeau acuciado por las críticas tras casi una década como primer ministro.

La guerra arancelaria desatada por Trump ha cambiado por completo la dinámica que enfrentó Carney al asumir el control del gobierno y convocar elecciones anticipadas apenas unos días después, llegando a estar el Partido Liberal en algunas ocasiones hasta 20 puntos por debajo de los conservadores.

A Poilievre se le ha reprochado, incluso desde su propio espectro político, estar en algunas cuestiones en demasiada sintonía con Trump, quien desde su regreso a Washington no ha perdido oportunidad de cuestionar la soberanía de Canadá como Estado independiente y acusar a sus vecinos del norte de ingratos.

Esto y su gestión de la crisis han beneficiado a Carney, quien parece no verse afectado por los intentos conservadores de relacionarle con Trudeau. El primer ministro se sitúa ahora cinco puntos por delante de Poilievre, y no se descarta que logre superar ampliamente la mayoría absoluta de 172 escaños en el Parlamento, según una última encuesta de CBC.

En caso de no lograr esa mayoría parlamentaria, el partido más votado debe buscar lo que se conoce como ‘acuerdo de confianza y suministro’, una alianza informal a través de la cual consigue el visto bueno de esta formación para aprobar leyes, aunque en legislaciones clave, como los presupuestos del Gobierno, el margen de maniobra es menor.

ASUNTOS DE CAMPAÑA

Además de la amenaza que supone este segundo mandato de Trump, la sociedad canadiense coincide en señalar como grandes desafíos para el futuro gobierno el alto coste de vida, los precios inaccesibles de la vivienda, o una soberanía energética que reduzca el consumo del petróleo estadounidense, aunque esto podría abrir nuevas vías de conflicto con las comunidades indígenas.

Poilievre ha intentado aprovechar el descontento que ha dejado casi una década de Trudeau al frente de Canadá y ha prometido reducir la burocracia y cortar el gasto, que considera excesivo del Gobierno durante estos años.

Por contra, Carney ha afirmado que Canadá se encuentra en una suerte de encrucijada existencial debido a las amenazas que llegan desde Washington y ha erigido a su partido como el único capaz de hacer frente a Donald Trump, con quien se sentará a negociar, según ha dicho, la semana después de las elecciones.

Carney ha prometido que en esas conversaciones Canadá no podrá poner en cuestión su cultura y señas de identidad, ni el valor de algunos de sus sectores fundamentales, como el lácteo, señalado por Trump.

Estados Unidos ha impuesto aranceles del 25 por ciento al acero y al aluminio canadienses y a los productos no incluidos en el acuerdo de libre comercio con México, así como otros del 10 por ciento al petróleo y al gas. Canadá, que mantiene la mayor parte de su comercio con Estados Unidos, ha visto cómo estos aranceles han golpeado gravemente algunos sectores de su economía, como la industria automotriz, donde se han producido miles de despidos. En respuesta, ha impuesto aranceles recíprocos a las importaciones de su vecino.

A pesar de todo, tras numerosas negociaciones, con amenazas de ambos lados, Carney logró que Canadá fuera uno de los países menos afectados por esta arremetida arancelaria indiscriminada de Trump.

Muy por detrás se sitúa el candidato del progresista Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh, con un 8 por ciento en intención de voto, pero que llegó a disputarse el electorado con los liberales en los peores meses de la era Trudeau.

En cuarto lugar, está el soberanista Bloque Quebequés, con representación solo en la región francófona de Quebec. Con pocas posibilidades de lograr representación, están el Partido Verde y el Partido Popular.

Estas serán además las primeras elecciones bajo el censo de 2021, con hasta 343 escaños en juego, cinco más que hasta ahora. Inspirado en el modelo británico, Canadá no vota directamente por el primer ministro, sino a los diputados de la Cámara de los Comunes por su distrito o circunscripción. El partido con mayor número de escaños es invitado a formar gobierno y su líder a ponerse al frente.

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