En 2018, nuestra visión era inusual

En 2018, nuestra visión era inusual


MADRID 10 Ene. (EUROPA PRESS) –

La empresa española de energía Repsol y su combustible renovable han transformado el ‘motorsport’, considerado su «banco de pruebas», donde «han aprendido todo» sobre esta «solución complementaria». Sin embargo, antes de su implementación y de consolidarse en diversos campeonatos, les «miraban un poco raro»; ahora celebran victorias de etapa en el siempre desafiante Rally Dakar.

La sostenibilidad y la eficiencia son dos de los objetivos, junto con el evidente propósito de ganar, prioritarios de Repsol en la élite del automovilismo y el motociclismo. La gran batalla de la compañía, liderada por Dolores Cárdenas, ‘advisor’ en Diseño de Producto en la empresa, ha sido convencer sobre la validez de este combustible en comparación con el tradicional.

«El interés ha crecido muchísimo en estos últimos años. Cuando comenzamos a hablar sobre este tema en competición alrededor de 2018, la gente nos miraba con desconfianza. ‘¿Qué es esto que me estáis hablando? ¿Residuos para fabricar combustibles? ¿Qué vais a meter en mi motor?’ No, estos combustibles son de alta calidad», defendió Cárdenas en una entrevista a Europa Press antes del inicio del Dakar 2025.

Precisamente, el ‘raid’ que se lleva a cabo en Arabia Saudí desde 2020 es una de las competiciones donde Repsol ya incorpora este combustible renovable, además de en MotoGP y F4. En el Dakar, este año, en la primera etapa, lograron su segunda victoria con este tipo de combustible, gracias al estadounidense Seth Quintero del Toyota Gazoo Racing. Este hecho solo había sido logrado anteriormente por su compañero, Lucas Moraes, en la etapa 3 de la edición pasada.

El equipo Toyota Gazoo Racing utiliza gasolina con un 70% de materiales de origen renovable, un carburante que comenzaron a emplear en la edición pasada del Rally Dakar y que forma parte de una alianza tecnológica entre Repsol y la marca japonesa con el objetivo de utilizar la alta competición como banco de pruebas para desarrollar nuevos productos más eficientes, como el combustible renovable y el lubricante renovable.

«La visión ha cambiado radicalmente y en tiempos recientes hemos recibido muchas solicitudes de interés sobre los combustibles renovables en la competición, así como en otras disciplinas y también en el mercado», reveló Cárdenas sobre un combustible que utiliza también Isidre Esteve en su Toyota Hilux y el portugués Joao Ferreira, quien lo emplea en su Mini, en su caso diésel.

Repsol defiende que el combustible renovable es una solución «complementaria» para lograr la descarbonización en la movilidad. «Lo tenemos disponible y hemos aprendido todo lo que sabemos gracias a la competición. Son combustibles que, químicamente, se parecen mucho a los convencionales, lo que los hace compatibles con los vehículos en circulación, así como con el vehículo que llevaremos al Dakar», explicó Cárdenas.

La empresa trabaja este combustible de dos maneras: mediante biocombustibles y combustibles sintéticos. Los primeros proceden de materia orgánica, de residuos como aceite usado de cocina o restos de poda. Su uso genera CO2 en el vehículo, pero es el mismo que la biomasa capturó al principio, «cerrando así el círculo» y evitando un aumento de CO2 en la atmósfera.

«LA COMPETICIÓN ES NUESTRO MÚSCULO»

«En el caso de los combustibles sintéticos, capturamos CO2 de la atmósfera, producimos hidrógeno renovable y con esos dos materiales, CO2 e hidrógeno, generamos moléculas de combustibles sintéticos que se utilizan de la misma manera que los convencionales. En su uso, generan CO2, pero es el mismo CO2 que capturamos al inicio para producirlos», agregó.

No hay mejor manera de probar su eficacia que en la competición, que proporciona a los científicos «velocidad, capacidad de probar diferentes cosas y conocimiento de qué funciona bien y qué no». «Obviamente, el combustible de competición es una receta a medida para maximizar el rendimiento en esos motores especiales, pero todo eso se traduce directamente a los productos que tenemos en el mercado», comentó.

«La competición es el músculo, es la herramienta que nos permite acelerar mucho más en este desarrollo», concluyó Cárdenas, quien admitió que, en ocasiones, es complicado convencer a los pilotos de que el combustible puede derivar de residuos de vino o cerveza que les conduzcan a la victoria.

Sin embargo, en el caso de Isidre Esteve, fue «muy sencillo». «A veces, la resistencia a algo nuevo puede existir, pero no hay nada mejor que probarlo y notar sus beneficios. Esa es la diferencia clave entre la posible reticencia inicial y adoptar combustibles renovables», celebró.

Los pilotos y los equipos quieren que las prestaciones sean equivalentes y no generen ningún problema en el motor, y eso Repsol lo ha logrado, ya que son «totalmente compatibles» y no requieren modificaciones en el vehículo o el motor. «La competición nos permite probar la última tecnología y los desarrollos innovadores. Es nuestro banco de pruebas», añadió.

Por lo tanto, Cárdenas opina que este biocombustible puede coexistir con otras soluciones como la electrificación o el hidrógeno, aunque en ciertas disciplinas estas últimas no han llegado a consolidarse, como en Extreme E. «Los combustibles renovables nos permiten mantener la competición como la conocemos hoy, y aún queda mucho camino por recorrer, tanto en competición como en la movilidad cotidiana», expresó Cárdenas.

La Doctora Ingeniera Industrial en Repsol está convencida de que «todo tiene cabida» para abordar el «reto» de descarbonizar. «No podemos permitirnos descartar soluciones», advirtió, reconociendo que no todos los ciudadanos tienen las mismas necesidades. «Es cierto que la regulación actual no está reconociendo los combustibles renovables, pero debemos esperar a la revisión de 2026, que podría cambiar la historia de la movilidad en Europa», señaló.

No obstante, la apuesta de Repsol es rotunda, y así lo demuestran sus más de 600 gasolineras en España y Portugal que ofrecen un 100% de combustible renovable, con el objetivo de alcanzar 1,500 puntos de venta al final de 2025, además del desarrollo de una primera planta de producción en funcionamiento desde 2024 en Cartagena, junto con otros proyectos programados para los próximos años.

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