¿Es momento de despojarse de los guantes? Contaminan y suelen no ser necesarios en estos casos.

¿Es momento de despojarse de los guantes? Contaminan y suelen no ser necesarios en estos casos.

   MADRID, 12 Oct. –

    Una nueva investigación de la Universidad Edith Cowan (ECU), en Australia, advierte sobre la falta de directrices basadas en evidencia sobre el uso de guantes no estériles en la enfermería sanitaria y otros campos médicos, lo que podría estar impactando los resultados de los pacientes, los costos de atención sanitaria y la sostenibilidad ambiental.

   En este sentido, los autores publican en el ‘Journal of Advanced Nursing’ que el uso excesivo de guantes no estériles en hospitales y clínicas contribuye significativamente a la contaminación ambiental, y hay escasa evidencia que muestre beneficios sustanciales.

    La autora principal, la doctora Natasya Raja Azlan, menciona que aunque los guantes no estériles son necesarios cuando se corre el riesgo de contacto con fluidos corporales que podrían transportar virus o bacterias, no hay evidencia que justifique su uso en actividades como mover pacientes, alimentarlos, realizar lavados básicos o preparar ciertos medicamentos.

    De hecho, el uso innecesario de guantes puede ser perjudicial, ya que puede hacer que el personal se lave las manos con menos frecuencia, a pesar de que esto sigue siendo la mejor forma de prevenir la propagación de infecciones. Esto podría resultar en una mayor diseminación de enfermedades entre pacientes vulnerables y el personal sanitario, según la experta.

    Además, la coautora doctora Lesley Andrew subraya que el uso excesivo de guantes no estériles también está incrementando los costos de la atención médica. Por ejemplo, indica que un hospital en Nueva Gales del Sur al reducir el uso de estos guantes logró ahorrar 155.000 dólares australianos (unos 88.000 euros) en un año y disminuir los desechos médicos en 8 toneladas.

   La eliminación de productos sanitarios representa aproximadamente el 7 % de las emisiones totales de carbono de Australia, casi un 10 % menos que las generadas por todos los vehículos de carretera. La fabricación de estos guantes requiere combustibles fósiles, agua y energía, y su incineración puede degradar la calidad del aire y liberar sustancias químicas nocivas. Si se envían a vertederos, pueden liberar micropartículas y metales pesados al suelo y a los sistemas hídricos, representando un riesgo tanto para la salud humana como para el medio ambiente.

    Así, la doctora Raja Azlan enfatiza que, a pesar de que el uso de guantes no estériles es una práctica común en la preparación y administración de antimicrobianos intravenosos, actualmente no existen pautas o protocolos basados en evidencia para respaldar o estandarizar este aspecto de la atención de enfermería. Esta falta de directrices ha llevado a la coautora doctora Carol Crevacore a solicitar una revisión de esta práctica.

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