Archivo – El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, durante la rueda de prensa. A 09 de septiembre de 2024, en Sevilla (Andalucía, España).
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Cree que el PSOE es favorable a la «carrera armamentística» y pide también una posición coordinada de toda la izquierda
MADRID, 10 Abr. –
El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, advierte que el PSOE muestra una «actitud favorable» a participar en la «carrera armamentística» y que detener esta tendencia es crucial para mantener el Gobierno progresista.
Frente a este «momento de disputa» política, considera esencial ganar ese debate dentro del Gobierno y también invita a una postura «cohesionada» entre todas las fuerzas de la izquierda alternativa en el Congreso, además de construir una amplia movilización social contra el aumento del gasto armamentístico.
Así lo expresa el líder de IU en un borrador de informe político, al que ha tenido acceso medios informativos, creado tras la reunión del Consejo Federal, el segundo órgano de dirección más importante de la formación.
En el documento, Maíllo señala que la «presión belicista» en la UE está influyendo en la «política interna española» debido a la actitud del PSOE hacia la carrera armamentística promovida por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
RECHAZO FRONTAL A LA PARTIDA DE 2.000 MILLONES EN DEFENSA
Según su opinión, si no se frena esta dinámica, «la socialdemocracia española se alineará» con la europea, reforzando el pacto de «gran coalición» existente en la UE con la derecha y la extrema derecha en política armamentística.
«Mantener un Gobierno democrático y progresista que sea una excepción frente a la derecha y extrema derecha mayoritarias en Europa depende de frenar esta carrera armamentista. Este es un debate sobre el modelo de sociedad y casi civilizatorio», enfatiza.
Asegura que la última partida de 2.000 millones para gasto en defensa, que se suma a un aumento de aproximadamente 8.000 millones desde 2020, adquiere nueva relevancia en esta espiral belicista, a la que IU se opone «rotundamente».
«NO ADMITIMOS AMBIGÜEDADES»
«No admitimos ambigüedades», destaca Maíllo, reconociendo que la «correlación de fuerzas» en el Congreso no favorece a los partidos de izquierda, pero asegura que la «implicación» social a través de movilizaciones es fundamental para sostener su postura de no aumentar la inversión militar.
Promete que IU defenderá esta postura en todas las «terminales posibles», dada su responsabilidad política.
«Nuestra presencia en el Gobierno debe servir para modificar una política de rearme en Europa que limita el desarrollo de políticas públicas sociales y nos acerca a un conflicto armado generalizado en el continente», afirma.
Además, reivindica que trabajará para que el Ejecutivo adopte un modelo de seguridad alternativa que garantice los «derechos ecológicos, económicos, sociales, laborales y de libertades públicas para todas las personas», proponiendo destinar recursos militares al desarrollo social y ambiental.
Reconociendo que cualquier país necesita unos «mínimos recursos de defensa», Maíllo señala que, ante la actual situación geopolítica, se abre la posibilidad de que España se desvincule de la OTAN y disminuya su histórica dependencia del imperialismo estadounidense.
«La disputa continúa en el seno del Gobierno, pero podemos afirmar que la claridad de nuestras posiciones está logrando que cada vez sean más asumidas por el resto del espacio político», añade, refiriéndose a los partidos coaligados dentro de Sumar.
MODELO DESMILITARIZADO E IMPUESTOS A GRANDES MULTINACIONALES
Maíllo también menciona que la dirección federal está preparando un documento estratégico sobre un nuevo modelo de seguridad «compartido y desmilitarizado», que propone una política estratégica autónoma dentro de la UE y un foco en las relaciones con América Latina y cooperación comercial con China.
Por otra parte, reflexiona sobre la «guerra arancelaria» iniciada por el presidente de Estados Unidos, que representa un riesgo para la economía mundial y la clase trabajadora.
En este sentido, defiende que ahora es el momento de que el Gobierno incremente la tributación a las grandes multinacionales que operan en España, las cuales, a su juicio, buscan beneficiarse de esta dinámica arancelaria y la carrera armamentística.
Subraya que el «criterio de reciprocidad» ante los aranceles estadounidenses y la atención a los sectores afectados, cerca de 22.000 empresas directamente en España, deben ser prioritarios. Asimismo, menciona que una pedagogía política en el medio rural y el sector agrario puede ser un «acicate» para atraer nuevamente a sectores que podrían volver a sus alianzas tradicionales con la izquierda.
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