MADRID 24 Oct. –
La esperanza de vida al nacer en España se mantiene entre las más altas del mundo, alcanzando en 2023 los 83,77 años. Sin embargo, la expectativa de vida en buena salud a los 65 años -que incluye la calidad de vida- se sitúa en 9,7 años, mostrando una ligera disminución en comparación con los datos anteriores.
Los años en los que se alcanzó la mayor esperanza de vida en buena salud fueron 2017 y 2019, cuando la cifra rondaba los 12,3 años. Así lo indica el informe “Un perfil de las personas mayores en España 2025”, elaborado por el departamento de Población del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este informe reúne datos sobre las condiciones de vida de los mayores en España.
Por su parte, más de la mitad de los mayores de 85 años padece enfermedades crónicas, y un 10,9 por ciento de los mayores de 65 presenta limitaciones graves en su capacidad para realizar actividades cotidianas.
El proceso de envejecimiento de la población española plantea un interrogante central: no solo cuántos años pueden esperar vivir las personas mayores, sino cuántos de esos años transcurrirán en buena salud. Este aspecto es clave para el bienestar individual y tiene una dimensión pública, influyendo directamente en la planificación de servicios sanitarios, sociales y de cuidados. Esto lo señala Julio Pérez, demógrafo del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD-CSIC).
Los hábitos de vida influyen notablemente en la salud: en el grupo de mayores de 65 años, un 47,2 por ciento de los hombres y un 36,4 por ciento de las mujeres presentan sobrepeso. Además, el 42,5 por ciento de las personas entre 65 y 69 años realiza actividad física regular, mientras que el sedentarismo afecta al 38,5 por ciento. Aunque el acceso a servicios sanitarios es alto, persisten barreras económicas y geográficas, especialmente para quienes viven solos.
“El mantenimiento de un peso saludable, la práctica regular de ejercicio físico y la ausencia de consumo de tabaco se consolidan como los principales factores de prevención frente a enfermedades crónicas y pérdida de autonomía funcional”, indica Diego Ramiro Fariñas, investigador del IEGD y coautor del informe.
CERCA DE 10 MILLONES DE PERSONAS TIENEN 65 O MÁS AÑOS
El informe destaca que España sigue avanzando hacia una sociedad cada vez más envejecida. Casi 10 millones de personas (9.928.368) de 65 años o más residen actualmente en el país, representando el 20,4 por ciento de la población total.
El envejecimiento de la población española se acelera. La proporción de mayores de 80 años alcanza el 6,1 por ciento, y los mayores de 90 años suman más de 650.000, señalando un proceso de sobreenvejecimiento que se acentuará con la llegada a la vejez de las generaciones del ‘baby boom’. Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) sugieren que en 2045, la población mayor podría superar los 15,9 millones, lo que equivaldría al 29,2 por ciento de la población total.
Esta y otras conclusiones han sido detalladas por el personal del Departamento de Población del CSIC en el informe “Un perfil de las personas mayores en España 2025”. La iniciativa, impulsada por el programa Envejecimiento en Red, tiene el apoyo y financiación de la PTI+ Salud Global del CSIC.
El informe también revela que en 2024 alcanzó un nuevo máximo histórico de personas centenarias, con casi 16.000, de las cuales más del 80 por ciento son mujeres. La feminización de la vejez se mantiene como un fenómeno constante: entre los mayores de 65 años, las mujeres superan en número a los hombres en un 29,5 por ciento.
Finalmente, la edad media de la población española sigue aumentando, situándose en 44,37 años, lo que reafirma a España como uno de los países más envejecidos de Europa, un reflejo de las transformaciones demográficas y la prolongación de la vida.
En este contexto, el informe señala la presencia de más de medio millón de personas mayores extranjeras (5,1% del total de mayores), evidenciando que España sigue siendo un destino atractivo para el retiro.
