La OMS urge a mejorar los programas nacionales para la prevención y control de las enfermedades renales.

La OMS urge a mejorar los programas nacionales para la prevención y control de las enfermedades renales.

MADRID 9 Jun. –

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprobado durante la 78º Asamblea Mundial de la Salud una resolución que insta a los Estados miembros a fortalecer sus programas de prevención y control de enfermedades del riñón, dando así prioridad a la salud renal en la agenda global del organismo internacional.

Esta resolución, impulsada por Guatemala y respaldada por numerosos países, incluido España, supone por primera vez el reconocimiento de la enfermedad renal crónica (ERC) como un problema creciente de salud pública en todo el mundo. También destaca la carga sanitaria, económica y social que representa para los sistemas de salud mundial y para los pacientes.

Con esto, se urge a abordar las patologías del riñón de forma integral para reducir su crecimiento y mortalidad en las próximas décadas, especialmente en países de medianos y bajos ingresos, pero también en naciones desarrolladas, donde la prevalencia de la ERC está aumentando—afectando ya entre el 10 y el 15 por ciento de la población—y se espera que se convierta en la quinta causa de muerte en el mundo para 2050.

Para fortalecer los programas nacionales de estas enfermedades, se propone integrar su prevención, diagnóstico precoz y tratamiento en los sistemas sanitarios nacionales; mejorar el acceso a la detección temprana; y asegurar el acceso equitativo a las terapias renales sustitutivas (diálisis y trasplante), con el trasplante como terapia prioritaria, así como a nuevos medicamentos que pueden reducir la morbilidad o enlentecer la progresión de la ERC.

Asimismo, la resolución insta a promover la concienciación pública sobre la ERC, fortalecer la investigación y la colaboración multilateral en torno a estas patologías, y hacer hincapié en la importancia de abordar los principales factores de riesgo de la ERC, como la hipertensión y la diabetes.

También se solicita al director general de la OMS, Tedros Adhanom, que priorice las enfermedades renales dentro de las estrategias globales de salud; proporcione apoyo técnico a los países para desarrollar sus programas de prevención y tratamiento; apoye los sistemas de formación e intercambio de conocimiento; promueva políticas públicas que aseguren la financiación sostenible para la atención integral; y garantice la continuidad de la asistencia nefrológica en situaciones de emergencia.

VALORACIÓN MUY POSITIVA DE PROFESIONALES Y PACIENTES

El texto aprobado ha sido valorado de forma muy positiva por la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y otros profesionales de la salud, como la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), así como por los propios pacientes a través de la Asociación de Pacientes para la Lucha Contra la Enfermedad Renal (ALCER).

Para el presidente de la SEN, Emilio Sánchez, esta resolución de la OMS es «un hecho histórico que coloca la salud renal y las enfermedades del riñón en el lugar que deben ocupar dentro de las estrategias sanitarias mundiales para los próximos años». Además, ha señalado que «refuerza» la labor realizada junto al Ministerio de Sanidad en el marco de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad 2025-2028.

La directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, ha enfatizado la importancia de que el texto reconozca el trasplante como terapia renal sustitutiva prioritaria, considerando las grandes variaciones entre países en esta actividad, que repercute en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes.

«En 2023, solo 91 países notificaron actividad de trasplante renal al Observatorio Global de Donación y Trasplante, que gestiona la ONT como Centro Colaborador de la OMS. El Observatorio también muestra grandes variaciones en los países que cuentan con programas de trasplante renal, desde procedimientos esporádicos hasta los más de 80 trasplantes renales por millón de población que se realizan en España y Estados Unidos», ha detallado.

Por su parte, la presidenta de la SEDEN, Itziar Bueno, ha destacado que esta resolución «es una gran oportunidad» para avanzar en modelos de atención que priorizan la educación y el fomento del autocuidado como herramientas preventivas, lo que facilitará la detección temprana, el acceso a consultas para la enfermedad renal crónica avanzada, la elección de técnicas domiciliarias de tratamiento renal y la coordinación sociosanitaria.

Por último, el presidente de ALCER, Daniel Gallego, ha subrayado que reconocer la ERC como prioridad de salud pública a nivel global ayuda a que los pacientes de esta enfermedad dejen de ser invisibles. En esta línea, ha reclamado a todos los gobiernos, especialmente al español, que implementen de forma urgente las recomendaciones incluidas en la resolución.

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