La preocupante tendencia en redes sociales que oculta los trastornos alimentarios tras la fachada de hábitos saludables.

La preocupante tendencia en redes sociales que oculta los trastornos alimentarios tras la fachada de hábitos saludables.


MADRID, 30 Nov. –

En TikTok, así como en otras redes sociales, millones de vídeos bajo el hashtag #SkinnyTok promueven dieta extremas, ayunos prolongados y conductas restrictivas que se presentan como un ‘estilo de vida saludable’. Sin embargo, detrás de esta fachada se oculta un riesgo creciente: el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) entre adolescentes y jóvenes.

Según el psicólogo y psicoterapeuta experto en TCA Marc Ruiz de Minteguía, autor de ‘Entender los trastornos alimentarios’ (Shackleton Books), en una reciente entrevista, las redes sociales actúan como un «catalizador de la insatisfacción corporal», alimentando la culpa, la ansiedad, y el deseo constante de una transformación física para encajar en estándares inalcanzables.

El experto señala que en la adolescencia se configura la personalidad y la forma de interactuar con el mundo, en un contexto donde la delgadez es idealizada y la gordura es condenada.

CASI TODOS TENEMOS INSATISFACCIÓN CORPORAL

El psicólogo argumenta que la insatisfacción corporal es la norma en nuestra sociedad, independientemente de la edad. «Sin embargo, durante la adolescencia, la vulnerabilidad es aún mayor». Especialmente en chicas, quienes pueden percibir ‘defectos físicos’ que no lo son, lo que aumenta la insatisfacción corporal y el deseo de cambiar su cuerpo.

«Hoy, más que nunca, estamos expuestos a una imagen continua de cuerpos idealizados, lo que resalta la presión social por cumplir con los estándares de belleza», explica Ruiz de Minteguía.

LAS REDES SOCIALES, CATALIZADORAS

La insatisfacción corporal no es exclusiva de la adolescencia, pero como advierte el expero, las redes sociales amplifican este problema, convirtiéndose en un factor de vulnerabilidad para desarrollar un TCA. Esto también puede derivar en síntomas de depresión y baja autoestima, especialmente en jóvenes.

«Nunca antes había sido tan importante observar el impacto de las redes sociales. En los años 90, investigaciones mostraron el efecto de la exposición a imágenes delgadas en la insatisfacción corporal. Hoy, el acceso constante a estas imágenes probablemente aumenta la ansiedad, la culpa y los comportamientos restrictivos», agrega.

Ruíz de Minteguía subraya que los factores socioculturales, incluida la presión de las redes, juegan un papel fundamental en la decisión de las mujeres de adelgazar.

“Hoy, enfrentamos un bombardeo continuo de información que asocia la delgadez con aceptación y éxito, un fenómeno que se intensifica con las redes sociales. Este contexto contribuye a una creciente insatisfacción corporal entre la mayoría de las personas.»

PRINCIPALES SEÑALES DE ALERTA

El psicólogo detalla algunas señales de alarma que tanto en casa como en el colegio se deben observar en los adolescentes: «Cambios en los hábitos alimenticios, comportamientos de aislamiento durante las comidas, o un discurso que asocia culpa a la ingesta de alimentos. Estas actitudes se asocian frecuentemente con el TCA.»

Además, menciona que factores relacionados con la actividad física también pueden ser indicativos, como la obsesión por entrenar incluso estando cansado, o la angustia por no poder ejercitarse. En casos de anorexia, pueden presentarse mareos, fatiga, o irregularidades menstruales.

EL EMPLEO DE FILTROS Y EL PELIGRO DE LOS INFLUENCERS

Ruiz de Minteguía también hace referencia al uso generalizado de filtros en redes sociales, advirtiendo que esto agrava la insatisfacción corporal. TikTok, por ejemplo, prohibió ciertos filtros que embellecen, reconociendo la correlación con esta insatisfacción.

El autor ilustra el riesgo del contenido de influencers, destacando un caso donde una influencer compartía su experiencia con la bulimia. “Este tipo de mensajes son peligrosos, especialmente para su audiencia predominante de adolescentes.”

El psicólogo concluye que, aunque ha aumentado la detección de TCA, es también un reflejo de una atención mejorada a estos trastornos en la actualidad. Para más información sobre este tema, se pueden consultar enlaces internos y externos sobre trastornos alimentarios.

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