MADRID, 26 Jun. –
Una investigación liderada por especialistas japoneses ha revelado que **la risa** podría tener un impacto positivo en la calidad de vida de pacientes con **artritis reumatoide (AR)**, según los resultados presentados en el Congreso de la Alianza Europea de Asociaciones de Reumatología 2025 (EULAR).
Se trata del primer estudio que aborda las asociaciones entre la frecuencia de **la risa** y la fragilidad, la función física y el impacto social en pacientes con **artritis reumatoide**. Esta investigación sugiere que **la risa** es un enfoque beneficioso para mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad inflamatoria crónica.
Este trabajo forma parte de la iniciativa formativa ‘EULAR Review 2025’, donde la Sociedad Española de Reumatología (SER), en colaboración con la compañía Alfasigma, recopila los resúmenes más relevantes de las novedades científicas presentadas durante el congreso europeo. La reumatóloga Eva Pérez Pampín, del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, ha dirigido estas revisiones.
Otro estudio incluido en la revisión aborda el impacto de **la ansiedad** en los pacientes con **artritis reumatoide**. Casi la mitad de los pacientes analizados reportaron ansiedad al inicio del diagnóstico, cifra que aumentó al 59 por ciento a los tres meses, incluso después de una respuesta positiva al tratamiento inicial con **metrotrexato (MTX)**.
Los pacientes que experimentaron **ansiedad** a los tres meses, pero no presentaron depresión, fatiga ni interferencia del dolor, mostraron una mayor actividad de la enfermedad en el CDAI y resultados peores informados por los pacientes. Además, tuvieron cinco veces más probabilidad de iniciar una **terapia avanzada** al año.
«Los pacientes que sufren de **ansiedad** podrían ser más propensos a solicitar un cambio de tratamiento, incluyendo terapias avanzadas. Asimismo, la **ansiedad** podría reflejar un mayor impacto de los determinantes sociales de la salud. Por lo tanto, una mejor comprensión de **la ansiedad** en la AR temprana podría abrir nuevas oportunidades para mejorar la calidad de vida y ayudar en la toma de decisiones sobre el tratamiento», ha señalado Pérez.
Además, un destacado estudio presentado en el Congreso EULAR revela una prevalencia significativamente mayor de **insomnio** en pacientes con **artritis reumatoide**; un 22 por ciento de estos pacientes experimenta este trastorno del sueño, frente al 5,6 por ciento de la población general.
«Siempre hay variaciones por países. En España, estas cifras son preocupantes, mientras que Suecia muestra los mejores resultados y Finlandia, los peores. Los pacientes con **artritis reumatoide** tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir **insomnio** que la población general, lo que resalta la necesidad de mayor concienciación y justifica la realización de más investigaciones en esta área», ha enfatizado Pamplín.
IMPACTO DE LA ALIMENTACIÓN
Se han presentado múltiples estudios sobre el impacto de la **dieta** y la suplementación con fibra o probióticos en la **artritis reumatoide**, así como su posible función en la modulación de la inflamación sistémica y la actividad de la enfermedad. Los resultados sugieren que la suplementación con fibra podría tener beneficios potenciales en el manejo de la **AR**.
Pamplín especificó que la suplementación podría mejorar la actividad de la enfermedad y posiblemente reducir las células **Th17** proinflamatorias, resultando en mejoras moderadas en las puntuaciones de actividad de la enfermedad.
Asimismo, otro estudio indica que **la dieta mediterránea** también ofrece beneficios a los pacientes, mejorando la composición corporal, reduciendo la inflamación y disminuyendo la actividad de la enfermedad en aquellos con **AR**. Esto resalta su potencial como estrategia complementaria en su manejo.
En esta línea, otra investigación destaca que la combinación de **inmunobióticos** (microorganismos probióticos que pueden modular específicamente la respuesta inmune) con **fármacos sintéticos convencionales (FAMEsc)** conduce a mayores tasas de remisión y mejora la funcionalidad y calidad de vida en comparación con el grupo que solo fue tratado con FAMEsc. Además, la tolerabilidad a **MTX** mejoró en el grupo que recibió inmunobióticos.
Sin embargo, Pérez Pampín enfatiza que «se requieren más ensayos controlados aleatorizados y metanálisis para validar estos hallazgos».