MADRID 20 Feb. –
Un grupo de investigadores de Dairy Goat Co-operative, una cooperativa de ganaderos caprinos de Nueva Zelanda, ha demostrado que la fórmula infantil de leche entera de cabra puede ayudar más que la fórmula de leche de vaca a disminuir la frecuencia de regurgitación en bebés en etapa de lactancia o en transición a la alimentación con leche de fórmula, así como proporcionar otros beneficios digestivos. Para más información sobre esta investigación, visita Dairy Goat Co-operative.
«Estos hallazgos proporcionan información valiosa sobre cómo las diferentes fórmulas infantiles afectan a la digestión y a los marcadores de estrés», comentó la profesora Sirinuch Chomtho, investigadora principal del ensayo TIGER y directora de la División de Nutrición y del Centro de Excelencia en Nutrición Pediátrica de la Universidad de Chulalongkorn en Bangkok, Tailandia.
La científica también enfatizó la necesidad de realizar más estudios, aunque destacó que este análisis sugiere que la fórmula de leche de cabra es una opción «más beneficiosa» para los bebés en proceso de dejar la leche materna.
De hecho, los resultados mostraron que los bebés alimentados con fórmula de leche entera de cabra tuvieron una mayor reducción en la frecuencia de regurgitación cuatro semanas después de transitar de la leche materna, y presentaron niveles más bajos de marcadores de estrés e inflamación (medidos dos semanas después) en comparación con los bebés alimentados con fórmula de leche de vaca.
Los bebés alimentados con leche de fórmula de cabra experimentaron hasta seis veces menos regurgitación por semana, mientras que los que tomaron fórmula de leche de vaca tuvieron una reducción de menos de dos veces. Para leer más sobre la salud de los bebés, consulta Organización Mundial de la Salud.
Aunque la regurgitación puede ser común en los bebés lactantes y a menudo ocurre una o más veces al día, tiende a disminuir con el crecimiento. Sin embargo, algunos bebés son propensos a regurgitar con frecuencia, lo que puede ser «preocupante y frustrante» tanto para los padres como para el niño.
Además, los investigadores encontraron que los bebés alimentados con fórmula de leche de cabra entera tenían niveles más bajos de marcadores de estrés e inflamación en su saliva (cortisol y proteína C reactiva) después de dos semanas, mientras que el grupo que consumió fórmula de leche de vaca no mostró cambios significativos.
Es importante señalar que el estudio empleó un método ‘doble ciego’, es decir, ni los padres ni los investigadores sabían qué bebés fueron alimentados con fórmula de leche de cabra o de vaca. Se realizó en 80 bebés, junto a un grupo de 59 lactantes alimentados con leche materna como referencia.
«Las madres que amamantan pueden reducir los vómitos y regurgitaciones colocando a sus bebés en posición vertical durante la alimentación, mientras que la fórmula de leche de cabra entera es una buena opción para las familias que alimentan a sus hijos con biberón y buscan una alternativa más natural que las fórmulas que contienen agentes espesantes. Es relevante mencionar que el estudio utilizó fórmula elaborada con leche de cabra entera que contiene proteínas y grasas lácticas de fácil digestión. Los hallazgos de esta investigación se alinean con las observaciones de estudios previos», concluyó la doctora Elisabeth Weichselbaum, directora científica de Dairy Goat Co-operative.
