En Occidente se aprecia un predominio de ataques realizadas por individuos sin una ideología concreta y que no pertenecen a ningún grupo.
Madrid, 8 Mar. –
Menos muertos y menos ataques, pero más países afectados. Esta es la radiografía de la **amenaza terrorista** que revela el último Índice Global de Terrorismo 2025 de los últimos doce meses, donde se contabilizaron 7.555 muertos en 3.492 ataques, siendo el **Sahel** la principal área de actividad, como ha sido en años recientes.
«El terrorismo sigue siendo un desafío significativo», reconoce el informe anual elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP). Aunque en 2024 se observó una disminución en el número de **muertos** y ataques realizados por grupos terroristas, «estas mejoras fueron opacadas por la propagación continuada del terrorismo».
Según el documento consultado, un total de 66 países registraron al menos un incidente terrorista, en comparación con los 58 de 2023. Además, la situación se deterioró en 45 países, mientras que en 32 se observó una mejora.
En términos de **muertos**, 2024 reportó 7.555, un 13% menos que el año anterior, cuando la cifra aumentó significativamente debido a los más de 1.200 fallecidos tras el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. Si se excluye este atentado, las cifras de los últimos dos años serían prácticamente similares.
Desde 2007, cuando se inició este índice, el número de muertes por terrorismo ha fluctuado, alcanzando su máximo en 2015 con 10.882 fallecidos, mientras que 2022 registró el menor número de víctimas, con 6.824. **Irak** ha sido el país donde las muertes por terrorismo más han disminuido desde 2007, con una reducción del 99%, pasando de 6.249 a 59 en 2024.
EL SAHEL, EPICENTRO MUNDIAL
Geográficamente, el epicentro del terrorismo se ha desplazado desde el **Medio Oriente** y el norte de África hacia el África Subsahariana, con el **Sahel** como la región más afectada, concentrando el 19% de los ataques a nivel mundial.
En 2024, aquí se contabilizó el 51% de las víctimas mortales (3.885), cifra que se ha multiplicado por diez desde 2019. En 2007, solo el 1% de las muertes por terrorismo se reportaron en esta zona, según destaca el informe.
Como resultado de esta situación, cinco de los diez países más afectados por el terrorismo están en esta región. **Burkina Faso** repite como el país más impactado, aunque en 2024 se registró un 21% menos de muertos y un 57% menos de ataques, acumulando el 20% de las muertes a nivel mundial, con 1.532.
En el ‘top 10’ de los países más afectados le siguen **Pakistán**, **Siria**, **Malí**, **Níger**, **Nigeria**, **Somalia**, **Israel**, **Afganistán** y **Camerún**. En el caso de Afganistán, el impacto del terrorismo ha ido en retroceso desde la llegada de los talibanes en agosto de 2021, tras ser el país más afectado durante años.
A nivel europeo, **Alemania** se sitúa en el puesto 27, seguida de **Turquía** (32), **Grecia** (36), **República Checa** (39), **Francia** (40) y **Reino Unido** (41). **España** aparece en el puesto 63, con otros cinco países del continente por delante.
ESTADO ISLÁMICO, EL GRUPO QUE DEJA MÁS MUERTOS
El **Estado Islámico** y sus filiales fueron nuevamente el grupo terrorista más letal en 2024, reportando 1.805 muertes a nivel mundial, aunque este dato representa una disminución del 10% en comparación con el año anterior, cuando se registraron 1.996. Además, han expandido su actividad a un país más, ahora estando presentes en 22 países.
El año pasado, las autoridades evitaron al menos 24 complots vinculados al Estado Islámico o sus filiales, incluyendo cinco en **Israel**, cuatro en **Estados Unidos** y otros en **Turquía**, **Alemania**, **Francia**, **Suecia** y **Rusia**. Esto incluyó ataques fallidos planeados contra los Juegos Olímpicos de París y un concierto de **Taylor Swift** en **Viena**, lo que sugiere que pudieron haberse prevenido más acciones, aunque no siempre se informa al público.
Detrás del Estado Islámico, los grupos como el **Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM)**, la filial de Al Qaeda en el Sahel, **Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP)** y **Al Shabaab** en Somalia, fueron responsables de un 11% más de muertes en 2024, sumando un total de 4.204 y con actividad en 30 países, uno más que el año anterior.
TERRORISMO EN OCCIDENTE
Respecto a la situación en Occidente, el índice destaca que tras el récord de muertes por terrorismo en 2016, con 194 fallecidos, y un pico de ataques al año siguiente con 176, tanto las víctimas mortales como los atentados han disminuido. Entre 2017 y 2024, el número de ataques se redujo en un 70%, alcanzando 52 el año pasado, mientras que las muertes cayeron un 90%, de 146 a 15.
La mayoría de los ataques en Occidente desde 2007 han sido políticamente motivados o carecen de una motivación ideológica clara. Sin embargo, aunque se registraron 429 ataques por motivación política, los de motivación religiosa, principalmente yihadistas, resultaron más letales, con 495 muertes.
Según el informe, en el terrorismo de carácter político, los grupos de **extrema-izquierda** fueron responsables de más ataques, especialmente entre 2016 y 2022, aunque el terrorismo de **extrema-derecha** dejó un número superior de víctimas mortales en ese mismo periodo, con 292 muertes entre 2017 y 2024. En ambos casos, los ataques fueron perpetrados por individuos no afiliados a un grupo terrorista específico.
Esta tendencia es una de las constatadas por el IEP: el incremento de acciones terroristas que no pueden atribuirse a ningún grupo u organización concreta. En 2007, el 44% de las acciones podían vincularse a un grupo específico, pero este dato no ha superado el 26% en la última década, y en 2024 se ubicó en solo el 8%.
Entre 2014 y 2023, se observó un aumento notable en el número de ataques terroristas perpetrados por individuos que, aunque sostenían ideologías concretas -yihadismo, extrema-derecha y extrema-izquierda-, no actuaban como parte de un grupo específico. Así, este tipo de ataques pasaron de representar el 20% en 2014 al 76% en 2020.
No obstante, en los últimos años ha crecido el número de ataques no atribuibles a un grupo o ideología. En 2024, estos representaron el 65% de los ataques registrados. El IEP reconoce que este aumento podría deberse a la falta de información sobre algunos ataques, pero también podría reflejar «la incertidumbre social y política más amplia».
Es aquí donde se presentan los denominados **’lobos solitarios’**. El informe señala que estos terroristas «construyen sus propias ideologías combinando elementos de diversas creencias, a veces contradictorias», generalmente para «justificar acciones violentas». Este enfoque dificulta los esfuerzos antiterroristas, convirtiendo a estos actores en impredecibles y complicando su perfilación.