MADRID, 8 Sep. –
«Vivimos en una felicidad externa donde nadie sabe dónde va, y estamos inmersos en una sociedad que ha perdido el norte, donde no hay una vida tan interior, y en la que hace falta una noción y un sentido de la vida, así como valores más profundos», según opina Javier Elcarte, neuropsicólogo especializado en trauma y consultor de terapia EMDR.
Durante una entrevista, con motivo de la publicación de su libro ‘El bello arte de vivir’ (Vergara), este pamplonica explica que la «clave de vivir es dar sentido a la vida, y esto incluye dar sentido al sufrimiento, «que también es parte de la vida».
Lamenta que hoy en día «hay personas que no saben qué es la vida, piensan que todo es mala suerte»; mientras que otros, por lo que les ha tocado vivir, toman conciencia o sentido de la vida por sí mismos, o porque la vida les ha dado golpes.
«Cómo vivimos a toda velocidad, no vemos ni la carretera, vamos ciegos y pensamos que tenemos que ser felices a toda costa y tener mucho dinero y miles de cosas, pero mi experiencia de vida me dice que la vida nos va a parar. Será una separación, una pérdida, o un acontecimiento que no nos guste y la vida siempre nos va a dar la oportunidad de parar y mirar», resalta este experto.
LA IMPORTANCIA DE TOMAR CONCIENCIA DE NOSOTROS MISMOS
Defiende que, gracias a esas ‘paradas técnicas’ que nos brinda la vida, podemos encontrar ese sentido más profundo de la vida: «En ese parón podemos tener la posibilidad de tomar conciencia de nosotros mismos, de conocernos, de ser conscientes de las cualidades y de las carencias que tenemos por las incidencias de la vida, como los traumas, un accidente, una enfermedad, etc.».
Afirma Elcarte que para él «la vida no significa tener mucho y conseguir el éxito siempre» porque «realmente esto no es garantía de nada». Habla de que «vivir es un sentido profundo de cuál es el valor de la existencia». Esto se traduce en el amor por los hijos, en los valores humanos, en el desarrollo interior, en el crecer en aquello que nos falta (como por ejemplo la voluntad).
«La vida es un viaje en el que creceré como persona, usaré todos los recursos, y sobre todo voy a ser humano y desarrollaré valores humanos. Al final, lo que está en la existencia del ser humano es el amor. Durante toda nuestra vida necesitamos atención y cariño. Si la tienes, si gozas de ese respaldo, y tienes amor y cariño, eso es ser rico. Para ser rico ya no se va a valorar si tienes siete casas sino salud y equilibrio emocional», destaca este neuropsicólogo navarro.
LAS CLAVES PARA CONVIVIR CON EL SUFRIMIENTO
Con todo ello, le preguntamos por esas claves para lograr todo esto, cómo podemos convivir con el sufrimiento y aceptarlo. Es entonces cuando subraya la importancia de ser conscientes de que somos seres humanos, «somos pequeños», y quizás no siempre podremos digerir solos lo que nos toca, y por eso hay ayuda, ya sea un entorno, una familia, unos amigos, o profesionales de la salud mental como un psicólogo o psicoterapeuta que pueden echarnos una mano.
«Luego también el sufrimiento puede ser por algo que arrastro, si me han pasado cosas y no las he digerido. Habrá un sufrimiento interno de experiencias antiguas que tengo que afrontar. Hay personas que lo pueden hacer solos, pero mayoritariamente las personas necesitarán ayuda, el apoyarme en quien me quiera, y en caso de necesitarlo, al taller, ayuda profesional«, sostiene Elcarte, al tiempo que insiste, eso sí, en que «no hay que buscar el sufrimiento en la vida» para que ésta sea más plena.
EXPRESAR LO QUE VIVIMOS Y SENTIMOS SIEMPRE
Como consejos ante la llegada del sufrimiento, este neuropsicólogo especializado en trauma recomienda que cada uno de nosotros nos demos cuenta de lo que vivimos y sentimos, para poder expresar lo que vivimos y sentimos.
«Si tus ojos no lloran, algún órgano de tu cuerpo llorará por ti. Tomar conciencia de lo que vivo, sea cual sea el origen del dolor, y después expresar, primero a la pareja, a los padres, hijos, o a algún amigo de verdad, y a partir de ahí alguien desde fuera, porque esto te va a dar pistas sobre cosas que no ves», incide.
Ahora bien, reitera que, si esto no es suficiente porque es desbordante, siempre es aconsejable el pedir ayuda profesional, a un psicólogo o a un terapeuta, que aportará una serie de pautas que te ayudarán a digerir, a integrar, y dar sentido a ese sufrimiento.
No todo el mundo tiene por qué ir al psicólogo, según advierte, porque hay personas que disponen de esas herramientas de afrontamiento, si bien reconoce que se trata de situaciones contadas con los dedos de las manos. «Dicen que un 50% de la población tiene problemas de salud mental y habrá que recurrir a personas formadas que desde fuera me van a recoger y a enmarcar y a tratar lo que me pasa. No hace falta que el psicólogo sea un ser de luz, sino que lo importante es que está fuera de ti y que puede entenderte», concluye Javier Elcarte.