¿Por qué sucede y cómo se puede tratar?

¿Por qué sucede y cómo se puede tratar?


   MADRID, 30 Dic. –

   Aunque la Navidad es una época de alegría para la mayoría, es común que muchos experimenten síntomas de tristeza o depresión, sentimientos que pueden estar relacionados con una disminución del espíritu religioso y fraternal en una sociedad de consumo, según el doctor Javier García Campayo.

   Esta situación se agrava con el deterioro de las relaciones interpersonales y el creciente fenómeno de soledad, también impactado por la sobreexposición a las redes sociales, lo que hace que estas fechas sean «especialmente difíciles» para algunos.

   Este estado depresivo, conocido como ‘blues navideño’ o ‘depresión blanca’, no se clasifica como un trastorno psiquiátrico, sino que es un síndrome que se caracteriza por la aparición de tristeza, insomnio, ansiedad o irritabilidad.

   Factores sociales están intrínsecamente ligados a este estado, además de la falta de luz, que afecta la producción de neurotransmisores como la serotonina, elevando así el riesgo de depresión. También el estrés asociado a las fiestas y las interacciones con personas con las que no se tiene un trato habitual puede generar sentimientos de culpa o irritación.

LA IMPORTANCIA DEL AUTOCUIDADO PREVENTIVO

   Para prevenir este estado, el doctor García Campayo sugiere practicar autocuidado preventivo, tanto a nivel físico como psicológico. Mantener una alimentación saludable fuera de las celebraciones, evitando el consumo de alcohol y otras sustancias, es esencial.

   Asimismo, es fundamental asegurarse de tener un sueño adecuado, seguir con las rutinas establecidas durante el año y limitar el contacto con personas que puedan ser tóxicas. Para gestionar las interacciones con estas personas, es aconsejable reflexionar previamente sobre cómo manejar estas situaciones y qué aportan estas relaciones.

   Con el fin de conservar el bienestar psicológico, el especialista recomienda rebajar las expectativas y exigencias durante las fiestas, así como reflexionar sobre lo que realmente es «esencial y prioritario».

   Igualmente, subraya la importancia de planificar las celebraciones con antelación, dosificar el esfuerzo, repartir las tareas y evaluar los gastos, facilitando así una mejor gestión del estrés físico, emocional y económico.

   Si alguien se siente solo, se recomienda conversar con familiares, amigos y conocidos para pedir ayuda de manera clara. También existen organizaciones sociales que ofrecen encuentros durante esta temporada, y se puede consultar con el ayuntamiento o el centro social más cercano.

   Si se presenta un empeoramiento de la depresión en estas fechas, es fundamental pedir ayuda. En caso de estar bajo tratamiento farmacológico, se debe continuar durante todas las festividades.

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