MURCIA, 7 Feb. –
Un reciente estudio, liderado por el investigador José Luis Ferrán del grupo de Neurobiología de la Actividad Física de la Universidad de Murcia (UMU), ha revelado que el **momento del día en el que se realiza la actividad física** puede influir en la acumulación de grasa y en el metabolismo energético.
La investigación, publicada en la revista Molecular Metabolism, se llevó a cabo con roedores adolescentes para evaluar cómo el ejercicio en diferentes momentos del día afecta a la **acumulación de grasa** y la expresión de genes relacionados con el **metabolismo**. Esta colaboración se realizó en un marco interdisciplinar con otros grupos de la UMU, el Instituto de Investigación Biomédica de Murcia (IMIB-Virgen de la Arrixaca), el Interlab UMU, la Facultad de Psicología y diversos centros de investigación nacionales e internacionales.
El equipo de investigación dividió a los roedores en dos grupos: uno que realizó ejercicio en la fase temprana de su ciclo activo (equivalente a la mañana en humanos) y otro en la fase tardía (equivalente a la tarde). Los resultados mostraron que los animales que entrenaron en la tarde tenían **menos grasa corporal** en comparación con los que lo hicieron en la mañana.
Además, el grupo que realizó ejercicio en la fase tardía presentó niveles elevados de **FGF21**, una hormona clave en la quema de grasas y la regulación de la sensibilidad a la insulina. Esto sugiere que el **ejercicio en diferentes momentos del día** genera respuestas metabólicas y hormonales distintas, lo que podría influir en la forma en que el cuerpo procesa y almacena la energía.
«La carga de actividad física que hemos utilizado ha sido relativamente baja. Sospechamos que, aumentando la intensidad o duración del ejercicio, también se verían efectos en el grupo que corre por la mañana», ha explicado el profesor Ferrán. Sin embargo, «es temprano para saber si este efecto tendría consecuencias positivas o no para la salud, a pesar de la evidente reducción de grasa corporal», ha advertido Yevheniy Kutsenko, primer autor del estudio.