MADRID, 28 Ago. –
Consumir una porción diaria de un puñado grande de nueces (40 gramos) en la cena puede ayudar a mejorar la calidad general del sueño y disminuir la somnolencia diurna en adultos jóvenes sanos, según un estudio realizado por la Universidad de Barcelona.
Los investigadores llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorizado con 76 adultos jóvenes sanos de entre 20 y 28 años (85% mujeres), quienes consumieron 40 gramos de nueces diariamente durante ocho semanas, para evaluar cómo el consumo diario de nueces influye en biomarcadores específicos en orina (6-SMT, un subproducto de la melatonina), parámetros de calidad del sueño (latencia del sueño, vigilia tras el inicio del sueño, despertares y eficiencia) y somnolencia diurna.
El estudio, publicado en ‘Food & Function’, demostró que el consumo de nueces incrementó un biomarcador clave de la hormona reguladora del sueño, la melatonina, que se elevó significativamente en las muestras de orina vespertinas después de cuatro semanas de intervención con nueces, en comparación con el período de control sin frutos secos.
La intervención con nueces también redujo el tiempo que los participantes necesitaron para dormir en 1,3 minutos, mejoró las puntuaciones generales de calidad del sueño y disminuyó la somnolencia diurna autoinformada en comparación con el tiempo de control.
Aunque las puntuaciones de calidad del sueño mejoraron, no se encontraron diferencias significativas en las variables relacionadas con el ritmo circadiano entre las condiciones de intervención y control.
Los investigadores sugieren que la combinación única de nutrientes en las nueces que apoyan al sueño, como el triptófano (84,6 mg), un precursor de la melatonina; la melatonina de origen vegetal (118 ng); el magnesio (45 mg); y las vitaminas B (0,2 mg de cada vitamina B5 y B6), podría explicar los resultados positivos del estudio. De este modo, los hallazgos indican que las nueces pueden ayudar naturalmente a mejorar la calidad del sueño, aunque se requiere de más investigación para comprender el mecanismo.
La investigadora de la Universidad de Barcelona y colíder del estudio destaca que «aunque los efectos observados se lograron al consumir nueces en la cena, pensamos que la ingesta diaria, más que el momento, fue lo que propició los beneficios en el apoyo al sueño».
Finalmente, la investigadora principal del estudio, María Izquierdo-Pulido, menciona que este es el primer ensayo controlado aleatorizado sobre este tema y concluye que los resultados «abren la puerta a futuras investigaciones en otros grupos etarios y en personas con trastornos del sueño».
Para más información sobre la relación entre la dieta y la calidad del sueño, visita Sleep Foundation y también puedes consultar nuestro artículo interno sobre la mejora de la calidad del sueño con nueces.
