¿Tienes hambre o es ansiedad? 5 consejos para identificarlos y mejorar tu relación con la comida.

¿Tienes hambre o es ansiedad? 5 consejos para identificarlos y mejorar tu relación con la comida.

   MADRID, 23 Feb. –

   Miriam Salinas Gascón, terapeuta especializada en la ansiedad por la comida, maestra en psicología positiva y exdeportista de élite, explica que la relación que establecemos con los alimentos es “compleja” y está influenciada por una variada gama de factores, tanto biológicos como psicológicos y sociales.

   La alimentación no solo cumple una función biológica vinculada a la supervivencia, sino que también posee un componente nutriemocional, como revela Salinas en una entrevista en ocasión de la publicación de su libro ‘Atrévete a comerte la vida. Consejos prácticos para sanar tu relación con la comida’ (Grijalbo).

   Desde que nacemos, nuestra madre nos alimenta, generando así nuestro primer vínculo, que es la nutrición, un acto que según ella “no solo nos alimenta, sino que también nos brinda amor, pertenencia y seguridad”.

TODOS COMEMOS “NUTRIEMOCIONALMENTE”

   “Cada uno de nosotros come nutriemocionalmente, y esto es inseparable. El inconveniente surge cuando, si no logramos regulamos, recurrimos a la comida, ante las alegrías, tristezas o cualquier desafío que la vida nos presente. Aquí es donde se presenta el problema, porque en lugar de resolver un inconveniente, lo canalizamos con la comida”, destaca.

   En su libro, enfatiza que los problemas surgen cuando, frente a una dificultad, usamos la comida para apaciguar emociones no expresadas. “Las restricciones alimentarias pueden llevarnos a un bucle en el cual comenzamos a rechazar nuestra forma de comer y nuestro cuerpo o, por el contrario, iniciamos dietas que nos generan ansiedad, culpa y vergüenza por no cumplirlas”, explica.

PRESIÓN SOCIAL, SOBRE TODO SOBRE LA MUJER

   Salinas también critica la presión social actual, especialmente hacia las mujeres, por poseer un “cuerpo perfecto.” En su opinión, esta situación fomenta una relación negativa con nuestro cuerpo y la comida, pues muchas decisiones no se basan en la salud, sino en la cultura de la dieta, «que afecta mayormente a las mujeres mientras pensamos si hemos comido o si hemos engordado, lo que agota nuestra energía vital”.

   Llama la atención la manera en que esta presión social equivale “a una forma de sometimiento hacia la mujer y se ha intensificado,” describiendo esto como “una especie de violencia de género”. Asegura que esta situación ha provocado un aumento en los casos de trastornos de la conducta alimentaria, afectando cada vez a edades más tempranas.

   “Hoy en día, existe un culto al cuerpo y las redes sociales no facilitan esta cuestión. Antes, nos comparábamos con imágenes en revistas; ahora, lo hacemos constantemente con quienes aparecen en redes, y a edades bastante jóvenes”, observa esta coach nutricional.

MEJORAR NUESTRA RELACIÓN CON LA COMIDA ES POSIBLE

   “La solución estará vinculada de alguna manera a gestionar la ansiedad por comer. Muchas personas creen que practicar yoga y meditar es suficiente; sin embargo, el antídoto para la ansiedad no es la tranquilidad, sino la confianza y la seguridad. Esto se puede lograr a medida que manejamos las dificultades que se nos presentan”, aclara Miriam Salinas.

   En este contexto, ofrece varios consejos para mejorar nuestra relación con la comida:

   1. Crea islas o espacios propios donde poder llorar. Es fundamental no reprimir emocione, pues todas son necesarias y dignas de ser sentidas. Cuanto más evitas sentir, más compulsión sentirás por la comida, el sexo o las redes sociales.

   2. Baila para liberar emociones con música que te guste y te haga sentir bien, en un espacio donde te sientas cómodo y puedas moverte libremente.

   3. Abrázate y abraza a otras personas, lo que facilita la autorregulación emocional.

   4. Escribe tus sentimientos y guárdalos en el reverso del teléfono para momentos de crisis, ya que cuando la ansiedad por la comida aparece, es más complicado controlarla. Prepárate un kit de autocuidado con herramientas para enfrentar momentos críticos, incluyendo fotos divertidas, frases inspiradoras y cartas con orientaciones sobre qué hacer.

   5. Practica respiraciones diafragmáticas, inhalando lentamente por la nariz y exhalando por la boca utilizando el diafragma y los músculos abdominales.

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